"Es hora de que empiece la acción", afirmó el alcalde, Javier Losada, en julio de 2009 para mostrar su firme compromiso con la creación del área metropolitana. Casi dos años después de aquellas palabras, pronunciadas en el marco de una conferencia, los esfuerzos para la creación de este organismo no han dado resultado. Por más que se promovieran reuniones conjuntas entre todos los municipios y se sentaran las bases legales para la constitución de la entidad, el proyecto no se ha materializado. Por si no fuera suficiente, Losada ha tenido que ver cómo la Xunta daba luz verde el jueves a la creación del área metropolitana de Vigo, que supondrá la unión de catorce municipios con servicios mancomunados en materia de transportes, gestión de residuos y abastecimiento de agua.

El ámbito geográfico sumará una población de alrededor de medio millón de personas y, según los cálculos de la Xunta, permitirá a los ayuntamientos ahorrar un 20% en gastos de funcionamiento de la administración. Pero, si los beneficios son tales, ¿qué impide a la ciudad y a los municipios limítrofes alcanzar un acuerdo? La respuesta radica en la falta de entendimiento respecto al reparto de poder.

El alcalde llegó a decir que no estaba dispuesto a que se tomara por "tontos" a los coruñeses, en referencia a las pretensiones de los nueve ayuntamientos que integran el Consorcio de As Mariñas (Abegondo, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada). Básicamente, a lo que Losada no estaba dispuesto era a perder la presidencia del organismo, por lo que se reservó un voto de calidad en el órgano de gobierno en caso de que se necesitase desbloquear algún desacuerdo. Las localidades vecinas, finalmente, aceptaron este reparto de poder y los estatutos propuestos desde el Palacio de María Pita. Sin embargo, surgió otro obstáculo.

En la mente de todos los alcaldes de la comarca está todavía presente el recuerdo de la Mancomunidad de Municipios. Aquella primera intentona de creación del área metropolitana impulsada por el ex alcalde Francisco Vázquez todavía escuece en alguno de los municipios limítrofes, especialmente en Oleiros. Su alcalde, Ángel García Seoane, llegó a reclamar mediante una demanda judicial 600.000 euros que, según sus estimaciones, se le adeudaban al municipio por la creación de la mancomunidad.

Bien sea por este precedente o para asegurar la viabilidad financiera del área metropolitana, los ayuntamientos de la comarca plantearon entonces estar presentes en el consejo de administración de la Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa). El tira y afloja terminó ahí, porque desde María Pita ni siquiera respondieron, y con ello la negociación para la posible integración de A Coruña con las localidades vecinas. Se han producido avances relacionados, como los necesarios para el funcionamiento de la nueva estación depuradora de Bens y que supondrá la constitución de un órgano en el que estarán presentes representantes del área metropolitana, pero que no han servido para lograr el primer requisito exigido por la Xunta para iniciar los trámites necesarios para la creación de este organismo comunitario. Sin consenso, como manifestó el director xeral de Administración Local, Norberto Uzal, no es posible que el Gobierno autonómico tome la iniciativa en el proceso. De este modo, la Xunta respondió también a las exigencias planteadas por Losada al poco de mostrar su deseo de que se negociase la creación del área metropolitana. El alcalde, cuyo anuncio coincidió con la reanudación de las negociaciones en Vigo para impulsar su propio organismo, exigió el mismo trato para A Coruña.

Está previsto que el área de Vigo comience a funcionar en el año 2014, de acuerdo a los plazos que se ha marcado la Xunta en la elaboración de la Ley de Área Metropolitana que debe regular el funcionamiento de este tipo de organismos, también en el supuesto de que se cree la de A Coruña. En este último caso, de alcanzarse finalmente un acuerdo entre todos los municipios, la experiencia del Consorcio de As Mariñas, que ya gestiona de manera conjunta servicios como la recogida de basuras, podría ser determinante para acelerar posteriormente la puesta en marcha del organismo.