El Ayuntamiento ya ha iniciado su campaña de captación de abonados para el parking que se construirá en el entorno de la calle Orillamar. La Empresa Municipal de Vivienda (Emvsa) ha comenzado a enviar cartas a los vecinos de la zona en las que les informa del proyecto con el objetivo de saber cuántos estarían dispuestos a adquirir, en régimen de concesión, una plaza de aparcamiento. Una vez se conozca el número de interesados, en el mes de junio, el Ayuntamiento decidirá si construye el subterráneo, que se ubicará en la calle Pelamios, frente a la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pablo Picasso.

En las escasas dos semanas que lleva abierto el plazo para inscribirse en el listado, son una treintena las personas que ya han mostrado su intención de adquirir una plaza a un precio que, a falta de la redacción del proyecto definitivo, podría rondar los 18.000 euros más IVA. Y es que, una vez conocido el número de estacionamientos necesarios, Emvsa diseñará el parking y también el coste de las obras y así calculará el importe definitivo. Lo que está decidido es que sería una compra en régimen de concesión a 50 años, tal como explica la empresa pública en la carta enviada a los residentes. Un período cuya cuenta comenzaría desde el momento mismo de inicio de los trabajos.

El muestreo empezó el pasado 14 de abril y finalizará el 1 de junio y será en ese mes cuando se compruebe si hay un número mínimo de solicitudes, que tendría que aproximarse al centenar. Este sistema de sondeo de Emvsa difiere del proceso que se siguió en la Sagrada Familia, donde se está construyendo otro aparcamiento, ya que, explican fuentes de la compañía, en aquel caso la asociación vecinal preveía que fueran 400 los interesados y finalmente fueron 76. Para evitar la demora que supuso esta variación, el Concello está haciendo ahora el listado de manera directa, sin intermediarios, para que las obras puedan comenzar cuanto antes.

Pese a la necesidad de configurar el proyecto y los plazos de contratación pública, Emvsa se plantea que a finales de este mismo año o a principios del que viene puedan comenzar los trabajos, que se alargarían durante un año o dos, dependiendo del tamaño final del parking, que podría tener una o varias plantas. También las propias características del terreno podrían influir en el plazo de ejecución, ya que los técnicos son conscientes de que se trata de un terreno de tipo rocoso y también del entorno, que al tener viviendas en un radio muy cercano requiere mayores medidas de seguridad. Tras las obras, añaden desde la empresa pública, se repondrán las plazas de aparcamiento en superficie en esta calle.

El buzoneo por los alrededores de Orillamar se está haciendo poco a poco, pero desde Emvsa aconsejan que los interesados se inscriban lo antes posible para poder ir perfilando el proyecto. Es más, apuntan a la posibilidad de que se anoten personas que no vivan en el entorno y que por otras razones, como su lugar de trabajo, quieran tener una plaza de garaje en la zona. Si se consigue obtener un mínimo de personas con intención de comprar, en junio se les convocará para darles más información y firmar un contrato de reserva. El pago se podrá fraccionar, tal como se ha hecho en otros aparcamientos públicos de la ciudad hasta en tres partes.

La inscripción, que no compromete a la futura compra, se puede realizar a través del teléfono 981 910 460, en la sede de Emvsa, en la Casa del Agua, o en el correo electrónico contacto@emvsa.es.

La Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa) presume de experiencia en la carta enviada a los vecinos de Monte Alto para conocer la demanda de plazas en el futuro parking que proyecta junto a la escuela de arte Pablo Picasso. Cita dos ejemplos: los garajes de Matogrande -que tuvo que dejar en manos de la iniciativa privada para hacer frente a la deuda contraída en el proyecto y conseguir que fuese viable- y de la Sagrada Familia -en fase de ejecución y donde al final se redujo la capacidad de 300 a cerca de 80 vehículos ante el escaso interés mostrado por los residentes en el barrio-.

El Ayuntamiento fracasó en su intento de gestionar el aparcamiento de Matogrande. La compañía municipal inauguró el parking en febrero de 2009, pero luego cambió de estrategia y decidió alquilar la gestión del proyecto a una empresa privada, entre otros motivos, por "el incumplimiento de los compromisos de compra de plazas por parte del colectivo de empresarios de Matogrande". En marzo de este año, Emvsa destacó que el plan B había funcionado: el aparcamiento duplicó sus usuarios tras privatizar la gestión, fundamental para sufragar la deuda, pues las obras costaron 8,9 millones a las arcas municipales.

La empresa municipal tiene en marcha un segundo garaje. El proyecto de la Sagrada Familia se encuentra en fase de ejecución, aunque cuando el alcalde, Javier Losada, acudió al barrio en junio del año pasado para colocar la primera piedra se habló de que las obras durarían alrededor de ocho meses. Emvsa también sondeó a los vecinos para conocer la demanda real de plazas: se pasó de un parking para 300 coches y la posibilidad de contar con tres niveles a un garaje para 80 vehículos distribuidos en dos alturas. Las plazas serán en régimen de concesión por 50 años.

El Ayuntamiento no siempre se ha puesto al frente en la construcción de un aparcamiento subterráneo demandado por vecinos y comerciantes. En As Conchiñas, el Ejecutivo coruñés se ha comprometido con los residentes a buscar inversores para impulsar en el futuro un parking en el barrio.