El municipio de Vilasantar fue el escenario de dos incendios ocurridos durante la madrugada del domingo, uno de los cuales destruyó por completo la vivienda de un hombre de avanzada edad que resultó ileso, mientras que el segundo, del que se sospecha que fue intencionado, calcinó 20 toneladas de madera que se almacenaban en el interior de las instalaciones de la empresa Aserpal, situada en la carretera N-634 e integrada en el grupo industrial Losán.

Ambos sucesos ocurren tras una oleada de incendios en esta localidad en los últimos días, por lo que la alcaldesa, Manuela García Freire, manifestó encontrarse "muy preocupada" y calificó de "poco comprensibles" los acontecimientos ocurridos, por lo que expresó su intención de solicitar una entrevista urgente con el subdelegado del Gobierno para exponerle esta situación.

El siniestro que afectó a la factoría maderera comenzó en torno a las 04.00 horas y en su extinción intervinieron los bomberos de Arzúa, quienes ya habían recibido un aviso previo a las 22.00 horas por el fuego que se había iniciado en unos matorrales próximos a la fábrica, del que se cree que no tuvo relación con el posterior.

Los bomberos afirman que un guardia de seguridad del complejo les informó de que había visto correr a un hombre por el interior del complejo y que poco después se iniciaron las llamas dentro de una nave. La empresa permanece inactiva durante los fines de semana y en su interior se apilan grandes cantidades de madera y de productos químicos dedicados a su transformación, que no resultaron afectados por las llamas gracias a que fueron retirados a tiempo por los bomberos.

El considerable volumen de madera que fue pasto del fuego hizo que las llamas alcanzasen grandes dimensiones, según explicaron los responsables de la extinción, que tuvieron que trabajar durante 6 horas para conseguir sofocar el incendio, ya que no pudo ser controlado hasta las 08.00 horas y para ello fue necesaria la colaboración de bomberos de Ordes y de refuerzos del parque de Arzúa, que fueron auxiliados por los equipos de Protección Civil de Curtis.

La actuación de estos operarios hizo posible que la estructura de la nave no resultase dañada, para lo que se realizaron varios agujeros en la cubierta con el fin de que actuasen como aliviaderos para el humo. De ese modo, las vigas que soportan el edificio resistieron el incendio y se considera que su estabilidad no está en peligro. Tampoco la maquinaria pesada que se hallaba en la nave sufrió daños, aunque toda la madera que se almacenaba allí, unas 20 toneladas, quedó destruida por la acción del fuego.

La Guardia Civil investiga las causas que pudieron originar el incendio, que se desconocen por el momento. La alcaldesa se trasladó esa misma noche a la fábrica para interesarse por los trabajos de extinción y se puso en contacto con la directora de la empresa. Aserpal fue fundada en 1991 en Vilasantar y forma parte del grupo Losán, una multinacional gallega con sede en Curtis. La corporación, formada por 18 factorías situadas en 10 países, posee 800 empleados, de los que 120 pertenecen a Aserpal, cuyas instalaciones de Vilasantar ocupan 30.000 metros cuadrados.

Los bomberos de Arzúa llegaron a este incendio procedentes de Présaras, también en Vilasantar, a donde llegaron a las 02.00 horas tras recibir el aviso de un fuego en una vivienda. El propietario, un hombre de avanzada edad, explicó que se encontraba dando de comer a las gallinas cuando oyó una fuerte explosión que dio origen a las llamas.

Los bomberos encontraron en la casa varias bombonas de butano apiladas y una de camping gas que había reventado, por lo que sospechan que fue ésta la que motivó el incendio al explotar. Las características del edificio, con estructura de madera, contribuyeron a que cuando el equipo de extinción llegó al lugar ya se hubiera calcinado casi por completo, por lo que fue necesario derribar parte de la vivienda.

"Lo ha perdido todo, está muy afectado, no quiere dejar la casa", explicaba ayer la alcaldesa acerca de la situación en la que se hallaba el propietario del inmueble, quien de forma provisional se aloja en la vivienda de un vecino. El arquitecto municipal inspeccionará hoy la casa para saber si es posible rehabilitarla, aunque los servicios sociales del Concello y los vecinos de Présaras ya se pusieron en contacto con el hombre para prestarle toda la asistencia posible.