21.00 horas del miércoles. El vigilante del punto limpio de Os Rosales finaliza su turno de trabajo y cierra el recinto. Un grupo de 16 personas sale corriendo de entre los arbustos de la zona y entra en las instalaciones por un hueco del alambrado. La pandilla se divide en dos y, mientras unos saltan al interior de un contenedor y otros les ayudan desde el suelo a sacar televisores, lavadoras, frigoríficos y sofás, llegan dos vehículos en los que cargan todo lo sustraído y se marchan con el maletero lleno.

Estos hechos se repiten casi a diario, según denuncian residentes en la zona. La concesionaria municipal que se encarga de gestionar el servicio de residuos, Albada, según fuentes de la misma, admite que los robos y asaltos son "habituales". Vecinos del barrio de Os Rosales, sin embargo, observan desde sus casas la rutina de quienes se hacen "prácticamente a diario" con electrodomésticos y mobiliario del punto limpio. Según testigos, la banda espera desde los arbustos a que el vigilante se marche del centro de recogida de residuos a última hora del día, "e incluso a veces a la hora de comer -las instalaciones cierran de 14.00 a 17.00 horas-".

A continuación, y siempre siguiendo la misma dinámica, el grupo se reparte el trabajo. Hay quienes sacan los objetos de los contenedores, quienes los transportan hasta los vehículos e incluso quienes se dedican a barrer la zona después de destrozar elementos como televisores, de los que se llevan el cableado dejando la carcasa, y frigoríficos, de los que desechan la parte exterior.

Que 16 personas asalten un punto limpio justo cuando éste cierra sus puertas es llamativo. Que el alambrado del recinto tenga un hueco que el grupo conserva de un día para otro debería resultar incluso sospechoso. Pero que quienes entran para cargar sus vehículos, con el metal y el cableado de electrodomésticos desechados, dediquen un par de minutos a barrer el suelo escoba en mano suena a película de ficción. Quienes han visto lo sucedido, y aseguran que "pasa casi todos los días", se preguntan si la empresa encargada de gestionar el servicio no se ha dado cuenta. Albada sabe que los robos en los puntos limpios "son habituales" y fuentes de la concesionaria dicen que "últimamente se detectan los de siempre", que "no hay más en esta época que en otras" y que se les da [a los hurtos] "la importancia que tienen".