El regreso en las últimas semanas a la plaza del Humor y su entorno de jóvenes que practican el botellón preocupa a la asociación de vecinos Distrito 1, que va a solicitar una entrevista con el concejal de Medio Ambiente, Enrique Salvador, para exponerle la situación y exigirle que la Policía Local impida estas concentraciones, ya que la zona está declarada de especial protección y libre de botellón.

La presidenta del colectivo vecinal, Beatriz Rodríguez, explica que los residentes han apreciado desde hace tres semanas que en las noches de los fines de semana se registra una mayor acumulación de jóvenes y que cada semana aumenta el número, tanto en la plaza del Humor como en la calle de la Florida, aunque por el momento no se dan alborotos ni destrozos.

La portavoz de la asociación añade que la semana pasada se vieron obligados a llamar a la policía ante el jaleo que se formó en el callejón de la calle del Ángel, donde un grupo de jóvenes puso música y llamó a las puertas de las viviendas de madrugada, mientras que el domingo por la mañana fue necesaria la limpieza de la plaza del Humor porque estaba "hecha un asco".

Rodríguez reconoce que el número de jóvenes que se reúnen ahora en la zona no es excesivo, pero advierte de que en verano es más habitual que la gente se concentre en la calle y que es preferible "cortar ahora, antes de que llegue a más y que se metan 2.000 o 3.000 personas en la plaza", como sucedió en el pasado. "A la policía no la vemos por ningún lado", señala Rodríguez, quien considera que existe una relajación en la vigilancia de la plaza, en la que la normativa municipal prohíbe ahora el botellón, aunque desconoce si es porque algún vecino alertó a los agentes o porque no se han percatado de que han vuelto a registrarse estas concentraciones.

"Los que están ahora son los que pedían una normativa más rígida que la que hay", manifiesta la dirigente vecinal acerca de la actitud del Partido Popular hacia el botellón cuando estaba en la oposición municipal, por lo que considera que ahora debe ser consecuente desde el Gobierno local para impedir que se realice en las zonas de la ciudad donde lo impiden las ordenanzas municipales.