El Ayuntamiento ha puesto encima de la mesa de la negociación de la nueva ordenanza municipal de Medio Amiente la posibilidad de cobrar a los hosteleros por instalar sus terrazas en las calles de la ciudad. Hasta este año, las mesas y sillas de la vía pública no tenían un coste más allá de los 50 euros de una tasa única. Ahora, se pretende que cada bar sume un pago más por este tipo de ocupación del espacio. A priori, el colectivo hostelero está de acuerdo. El impuesto sería anual y proporcional al número de mesas del establecimiento.

La suma que aceptaría el colectivo de empresarios de bares y restaurantes sería "simbólica", de "aproximadamente unos diez euros por mesa al año", según explica el portavoz de la asociación de hostelería, Héctor Cañete. El representante asegura que el sector se muestra a favor de esta medida "siempre y cuando el Ayuntamiento se comprometa a tramitar" todas las solicitudes de licencia "en tiempo y forma".

Cañete argumenta que, el pago de "unos diez euros" por mesa al año no suponen un gran desembolso para los bares en comparación con los beneficios que les puede reportar el invadir un tramo del espacio urbano, por lo que el sector considera positivo este recargo. "En comparación a los mil o 600 euros que cuesta de media una terraza en otras ciudades como la nuestra, diez euros por mesa y año no es un precio elevado", explica Cañete.

En otros ayuntamientos, como el de Vigo, el Gobierno local decidió a principios de año, rebajar en un 70% la tarifa de las terrazas a los hosteleros para paliar los efectos de la ley antitabaco. La ordenanza de Vigo es diferente a la de A Coruña, ya que los bares han de solicitar dos veces el permiso para colocar sus mesas en la calle, una en verano y la otra en invierno.

La mesa de negociación de A Coruña no se plantea llegar a ese punto y confía en que las licencias sigan teniendo validez de enero a diciembre. El periodo de peticiones está establecido durante el primer trimestre, aunque el Concello tramita también licencias fuera de ese periodo, si el motivo de la solicitud está argumentado, como que el local abra en julio. El BNG expresó ya su intención de pedir que las solicitudes se puedan hacer durante todo el año para que la tramitación sea más ágil, al no estar condensada en tres meses y para que dé respuesta a los locales, sea cual sea la fecha en la que decidiesen formalizar la solicitud.

Esta nueva ordenanza, todavía en periodo de redacción, cuenta ya con la oposición de los vecinos de las zonas en las que se acumulan los locales nocturnos y es que temen que se dé un "paso atrás" en su carrera hacia el descanso. Creen que volverán a infringirse las normas de zona acústicamente saturada que tanto tiempo les llevó conseguir y con ello los afters. La nueva ordenanza municipal incluye la posibilidad de que los pubs instalen terrazas y que los bares y los restaurantes puedan tener música ambiental.