Quebrantar el derecho a vivienda es tocar en la línea de flotación de los derechos humanos. Amnistía Internacional convoca el sábado una concentración, a las 11.30, en la plaza de María Pita para gritar que no se puede consentir que haya vecinos que vivan en la calle y mueran en ella. A raíz del fallecimiento de tres personas sin hogar en la ciudad en el último mes, la entidad ha decidido proponer esta cita a todos los vecinos y asociaciones que quieran sumarse.

Desde hace medio siglo, el nombre de Amnistía Internacional se asocia a conflictos civiles y políticos. Desde su último encuentro internacional, celebrado este año, decidieron levantar la voz por asuntos económicos, sociales y culturales, siempre que se esté atentando contra los derechos fundamentales. "Cuando atacas el derecho a la vivienda, atacas derechos como el derecho a la salud y a la vida", señala Marga González, una de las portavoces del colectivo en Galicia.

Polos dereitos humanos das persoas sen teito es el lema de la concentración, durante la que se recogerán firmas por la causa. Y no solo por las personas sin hogar, sino también por el problema de los desalojos forzosos, "sin respetar" todas las garantías que exigen las normas internacionales.

La concentración es un llamamiento a las Administraciones públicas. Amnistía Internacional quiere reconocer "la importante labor" de organizaciones e instituciones que se ocupan de los más desfavorecidos, como la Cocina Económica, Renacer, Padre Rubinos, Hogar Santa Lucía, Hogar Sor Eusebia, Ecos do Sur, Avan, Érguete, Intermón Oxfam, Cruz Roja, Cáritas y otras, que han sido invitadas directamente a participar en la movilización del sábado, en la que se leerá un manifiesto.

"Aún el esfuerzo conjunto de todas ellas es insuficiente para evitar trágicos sucesos como los que acaban de ocurrir", dice Amnistía, que rechaza la opinión extendida de que las personas sin hogar no van a los albergues solo "porque no quieren". Por eso piden a Xunta y Concello que adopten todas las medidas necesarias para no se vuelva a repetir ya que, entienden, esas personas tienen problemáticas muy diversas, que van desde el empleo a las adicciones, en las que hay que intervenir más allá de darles un techo en el que dormir.