El San Juan con más dispositivo de seguridad -por el incremento de los miembros del servicio de vigilancia que aplicó el Ayuntamiento- se saldó con menos atenciones y traslados hospitalarios que la trágica celebración del pasado año, en la que, a los heridos, hubo que sumar la muerte de un joven que perdió la vida abrasado en una hoguera y la de un hombre que falleció en aguas del Orzán. La reducción de la cifra de heridos no tuvo reflejo en los datos sobre recogida de residuos, pues las 180 toneladas recogidas este año superan, según informa el Ayuntamiento, la cifra de 2011 en un 2,2%, a pesar de que la primera estimación que se había realizado tras el San Juan del pasado año había sido de 200 toneladas.

En este San Juan, no hubo que lamentar víctima mortal alguna y la cifra de personas asistidas por Protección Civil se rebajó en un 25%, al pasarse de los 182 de 2011 a los 135 que precisaron atención en esta edición. También disminuyó la cifra de personas trasladadas al hospital, en este caso un 36%, al pasarse de los 66 que fueron transportados en ambulancia el pasado año a los 42 que lo hicieron en la última noite da queima.

El Gobierno local, en su comunicado sobre la seguridad en San Juan, rebaja sensiblemente las cifras facilitadas por la Cruz Roja. Pues cuantifica 122 heridos y 31 traslados, frente a las 135 atenciones y 42 viajes al hospital que contabilizó la organización.

La mayoría de las personas que necesitaron atención médica -la cuarta parte del total con 43 casos- acudieron a los puestos de atención o solicitaron la presencia del personal sanitario por quemaduras. Los siguientes motivos de atención más frecuentes fueron las heridas leves causadas por cortes, con 31 atenciones; y las intoxicaciones etílicas, con 25 casos.

Entre los heridos, según informaron desde el hospital universitario de la ciudad, hubo también un joven de 20 años que sufrió una agresión con arma blanca. Cruz Roja relató que la herida que presentaba la víctima, situada en su espalda, "no era extremadamente grave" a pesar de haber requerido el traslado al hospital.

El responsable y coordinador del operativo especial de Cruz Roja para la noche de San Juan, Daniel Fernández Sanjurjo, destacó el incremento de la seguridad, aunque también hizo alusión a la mayor prudencia de los que bajaron a la playa o festejaron en los barrios como causa de la disminución de la cifra de heridos. "Ha ayudado que la gente ha sido más prudente a la hora de preparar y disfrutar de las hogueras", declaró.

El Ayuntamiento recuerda en su comunicado sobre las incidencias el despliegue de 277 efectivos que se encargaron, no solo de atender a los heridos, sino de controlar el acceso a las playas, de garantizar que se cumpliera la normativa sobre el encendido de las hogueras y de vigilar todo lo que ocurría en los arenales. El Concello está muy satisfecho por la reducción de la cifra de heridos en una fiesta de San Juan en la que, según sus cálculos, participaron entre 150.000 y 160.000 personas.

La Policía Local tuvo que intervenir a causa de "conatos de riñas y peleas", aunque el Ayuntamiento precisa que todas ellas fueron de escasa importancia. Más llamativo resulta que los agentes municipales y los miembros de Protección Civil tuvieran que sacar de aguas de las playas de Riazor y Orzán a cinco personas, pues el baño en los arenales estaba prohibido.

Los bomberos también tuvieron trabajo, pues, además de inspeccionar las hogueras, tuvieron que apagar las llamas encendidas en varios contenedores, algo que ocurrió a pesar de que el bando municipal insistía en el respeto el mobiliario.

El Gobierno local también quiso agradecer el trabajo de los 110 operarios de limpieza que, valiéndose de 45 máquinas, se encargaron de recoger los residuos que la fiesta generó en las playas.

Las playas de Riazor, Oza, San Amaro, Matadero y As Lapas quedaron abiertas al baño a las 14.00 horas, mientras que la del Orzán quedó completamente libre de residuos a las 17.00 horas.

El número de efectivos del dispositivo de limpieza aumentó en un 25% con respecto al pasado año.