La huelga general del pasado 14 de noviembre congregó a las calles a miles de españoles para protestar contra las políticas de recortes del Gobierno central. Según el Ejecutivo de Mariano Rajoy tuvo un seguimiento "normal" mientras que las organizaciones sindicales destacan que fue un "éxito". Empresarios, economistas y sindicatos debaten en LA OPINIÓN cómo se ha llegado a este punto y qué futuro espera a España para 2013.

Demetrio Vázquez: Estoy contento como han salido las cosas porque como siempre no nos lo han puesto fácil. La expectativa que hay parece ser que es la de países intervenidos como Grecia o Portugal donde se ha estado recortando la economía y que no tiene ningún resultado. Y si eso es lo que nos espera no estamos dispuestos a aceptarlo. La mayoría de los convenios colectivos caducan en 2013 y si no hay nuevos acuerdos lo que queda es el Estatuto de los trabajadores, que supone una rebaja terrible en las condiciones de trabajo. No solo los trabajadores sufrimos la crisis sino todos los sectores sociales salvo la banca.

Óscar Valcuende: La huelga no ha tenido todo el seguimiento que debería. Desde la Asociación de Jóvenes Empresarios vigilando un poco quienes iban o no muchos han adoptado por no secundarla por la necesidad de seguir manteniendo sus puestos de trabajo y sus empresas. La situación que tenemos es muy grave porque muchos emprendedores estamos optando por internacionalizarnos y marcharnos de Galicia pero es un punto de partida que ya nuestros abuelos tuvieron que tomar hace muchos años. El modelo de protestar no nos está sirviendo porque los gobiernos no nos están haciendo mucho caso y tenemos que inventar fórmulas nuevas para que nos oigan.

Julio Sequeiros: Por una parte estoy de acuerdo con la huelga porque hay una rebaja sustancial en los derechos sociales de los españoles. Pero me parece que hay que continuar con la política de recortes del Gobierno. No vamos a cumplir el 6,6% de déficit público comprometido con la Unión Europea y hay que continuar por la senda de los ajustes porque tenemos una deuda alta y cara de pagar. A principios del mes que viene habrá que ver qué hace el Gobierno con las pensiones. Actualizarlas significa unos 5.000 millones adicionales de gasto público que no tenemos. Soy consciente de que se le está pidiendo al pueblo español sacrificios muy importantes y está respondiendo de forma madura. España tiene que pedir el rescate cuanto antes y que empiece a funcionar el año que viene.

D. Vázquez: Hay deuda que pagar pero es deuda privada que se está convirtiendo en deuda pública. Estamos haciendo que la ciudadanía acabe siendo responsable de su pago. También nos tememos el tema de las pensiones y creemos que van a incumplir la ley de valorización. La gente se está dando cuenta de que esos sacrificios no están siendo correspondidos por sectores como el bancario que estamos rescatando entre todos y lo que está es aprovechándose de la situación de crisis. Se pueden hacer otras políticas y hay que apretarse el cinturón pero todos, porque mientras la gente siga viendo que una mayoría que es la que menos condiciones tiene se aprieta el cinturón y otra minoría saca beneficio la rebelión cada vez es mayor. Cada vez hay sectores más enfadados y se ve que la respuesta que dan los poderes públicos es equivocada. La solución ha sido siempre devaluar al país y eso no beneficia a nadie. El problema es que no hay una propuesta que ofrezca alternativas.

J. Sequeiros: Ese es el principal problema.

D. Vázquez: El que el día de la huelga estuviésemos varios países europeos en movilizaciones le da otra dimensión a la protesta porque se trata de un tema global.

O. Valcuende: Me cuesta encontrar una diferencia entre el día de la huelga y los posteriores. Sigo sin ver ninguna solución al igual que pasó en la anterior. Pero sí me gustaría mandar un mensaje de ilusión porque está cambiando el modelo empresarial y los jóvenes empresarios ya no somos los de antes, nos hemos modernizado e incluso nuestros trabajadores son más conscientes de la situación del empresario y muchos la comprenden. Uno de los problemas es que seguimos mirando al pasado y hay que mirar al futuro. Un país no es tan diferente a una familia y cuando hay problemas hay que apretarse el cinturón y renunciar a cosas que eran un derecho adquirido y se habían ganado con el tiempo. Todo el mundo tiene derecho a pedir lo que le corresponde pero me gusta pensar que si hoy nos ajustamos mañana tendremos algo de futuro. El Gobierno está fomentando el tejido empresarial emprendedor debido a que los desempleados buscan salidas y creen en la posibilidad de que un negocio propio puede sacarles de la crisis.

D. Vázquez: El cambio de mentalidad es importante porque la diferencia entre montar una empresa y un negocio es notable. Hasta ahora había mucha gente que montaba negocios pensando a corto plazo y en el beneficio inmediato. Una empresa tiene que pensar en el futuro y hay que plantearse que parte del beneficio se reinvierte y que quien trabaja en la empresa también necesita tener planes de vida. Si se cambia de mentalidad las cosas irán mucho mejor en lugar de los contratos temporales y la inseguridad laboral. Tal como están las cosas es más fácil que hagamos frente común las organizaciones sindicales con los pequeños empresarios que estos con las grandes empresas que los dirigen y no los defienden.

J. Sequeiros: Hubo una época de crecimiento de 15 años consecutivos (entre 1993 y 2007). En 2010 las familias estaban endeudadas a un nivel del 90% del PIB y debían unos 900.000 millones de euros, de los cuales 600.000 estaban respaldados por inmuebles. Las empresas estaban en 1,3 billones de euros, lo que suponía un 130% del PIB. Lo grave y lo que diferencia a España de otros países es la velocidad de crecimiento del endeudamiento del Estado. La deuda pasa de un 35% en la época de Solbes y hoy estamos cerca del 90%.No queda otro remedio que cortar con esto recortando gastos y quienes están reduciendo la deuda más rápido son las familias un 4% al año.

D. Vázquez: Pero no porque sean las que más ingresos generen.

J. Sequeiros: España tiene que acentuar el tema del ajuste. La pensión media en el mes de noviembre fue de 973 euros y un más del 30% está por encima.

D. Vázquez: Sin olvidar que es fruto de las cotizaciones.

J. Sequeiros: Un tercio está por encima de los 1.000 euros y a esos hay que descontarles de forma proporcional y dejar cómo están a las que están de la media para abajo, mantenerlas. No tiene sentido incrementarlas todas linealmente.

D. Vázquez: El principio de la discrepancia no está ahí. Soy funcionario y puedo aceptar sacrificios como los que el gobierno nos ha hecho y un pensionista también puede. Lo que no es aceptable es que estando dispuestos a asumir compromisos de ese tipo no se les toque a las grandes fortunas, desaparezca el impuesto de sociedades, se permita la evasión fiscal... Mientras veamos eso la sensación de que nos están cargando con todas las consecuencias cuando a los que estamos salvando se estén beneficiando de la crisis vamos a protestar.

J. Sequeiros: No solo hubo una burbuja inmobiliaria de todo y hay que contraer el nivel de precios para poder competir fuera. Continuar en el euro no es gratis e irse sería una locura. Pero para estar dentro hay que competir y comprimirnos dentro. El impuesto a grandes fortunas me parece bien siempre que haya en consenso entre países.

D. Vázquez: Hablabas del precio para poder exportar pero el problema es también el margen de beneficio donde se actúa, muy poco. No podemos acarrear con los errores de otro.

J. Sequeiros: Y sin que se apliquen con proporcionalidad según los ingresos en cada caso.

O. Valcuende: Creo que existe una falta de solidaridad entre varios sectores. Cada uno mira por lo suyo. Me gusta comparar las rebajas fiscales con conquistas sociales a las que en algunos casos se podría renunciar de forma temporal para beneficiar al resto de la sociedad. A nivel empresarial con las rebajas fiscales se busca la incentivación de la contratación y las empresas mantengan su nivel. Cuando un autónomo empieza a trabajar y no factura hasta los tres primeros meses se ha dejado 250 euros por hacer su labor. Los jóvenes empresarios demandamos que los políticos nos apoyen para crear trabajo, ya que no saldremos de la crisis hasta que el desempleo baje.

D. Vázquez: ¿No te enfada que el Gobierno os ponga obstáculos y beneficie a los magnates? Tenéis que mostrar vuestro descontento y señalar a los culpables.

J. Sequeiros: Aquí los culpables son la industria financiera y los políticos. Este maridaje se llevó al extremo y afectó de lleno a las cajas de ahorros. El problema financiero de España son las cajas y aún así es una bendición porque si tuviésemos una situación similar con grandes bancos no sería posible intervenir ahí.

O. Valcuende: Culpables hay muchos pero responsables solidarios somos todos y somos nosotros los que tenemos que sacar las castañas del fuego.

D. Vázquez: La gente está perdiendo la esperanza, los jóvenes saben que les queda un panorama oscuro sin garantía ni estabilidad, tendrán que irse al extranjero o encadenar trabajos temporales y sin saber si serán capaces de cotizar lo suficiente para tener derecho a una pensión pública o privada. Aunque cambie la situación el pesimismo es muy difícil de sacarlo de dentro.

J. Sequeiros: En esos 15 años de crecimiento ininterrumpido la estructura de clases desaparece con el acceso de las clases bajas a los grandes consumos y ahora con la crisis se está colocando cada uno en su sitio.

D. Vázquez: Aunque no sabemos si habrá más huelgas generales sí podemos asegurar que habrá más movilizaciones. A medida que se profundiza en los recortes a los trabajadores les cuesta más la participación. Buscamos nuevas fórmulas y en la medida que vamos incorporando a nuevos sectores son otras movilizaciones sociales y no laborales las que toman protagonismo.

J. Sequeiros: Nunca había visto una marcha tan grande en la ciudad. Hay que continuar en el ajuste de la economía española, aunque comparto que la mayor fiesta de la democracia que he visto fue esta huelga general.

D. Vázquez: Si hay otra la convocaremos por la tarde al constatar que muchos trabajadores por miedo a represalias no participan y así vendría mucha más gente.

O. Valcuende: La huelga o el sistema de protestar tiene que cambiar para que el centro sea el porqué y no los incidentes aislados.

CONCLUSIONES:

J. Sequeiros: Los auténticos culpables de la crisis económica son la industria financiera y los políticos porque su maridaje afectó de lleno a las cajas de ahorros.

O. Valcuende: Las rebajas fiscales hay que verlas como conquistas sociales a las que hay que renunciar un tiempo para beneficiar a toda la sociedad.

D. Vázquez: No se puede aceptar que no se le toque a las grandes fortunas y mientras eso no cambie vamos a continuar con las protestas que sean necesarias.