El Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) que acaba de presentar el Ayuntamiento deja alrededor de 800 edificios situados en la Ciudad Vieja y Pescadería en situación de fuera de ordenación parcial. El Partido Popular hizo su mayor campaña de oposición con la situación de fuera de ordenación en la que dejó a gran parte de la ciudad el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) redactado por el gobierno bipartito de PSOE y BNG. Ahora que el PP está en el Gobierno, toda la ciudad queda en ordenación porque se reconocen como alturas máximas las del inmueble existente en el PGOM aprobado provisionalmente, pero el Pepri deja fuera esta flexibilidad urbanística al casco histórico coruñés.

Más de la mitad de estos casi 800 inmuebles, alrededor de 450, quedan fuera de ordenación por tener más alturas de las que definen los planos de ordenación del Pepri. San Andrés es una de las vías con más inmuebles con exceso de altura pero también los hay en el Cantón Grande y Pequeño (algunos muy conocidos). En la calle Real, en una zona se fija una altura máxima de bajo y cuatro plantas y una construcción tiene ocho.

Toda la Cuesta de San Agustín prácticamente está fuera de ordenación con sus edificios de ocho plantas, cuando el máximo autorizado es de cinco. En Durán Loriga hay casi una decena de inmuebles que tienen bajo y ocho plantas y el Pepri determina para esta calle un máximo de cinco. En la calle Alameda hay once inmuebles con exceso de altura. El resto de edificios que no tiene exceso de alturas, queda también en la misma situación de fuera de ordenación pero por otro motivo: tienen algún elemento disconforme con la ordenación al contar con cubiertas, fachadas, bajos o incluso ventanas únicamente, que no se ajustan a sus características constructivas.

El concejal de Urbanismo, Martín Fernández Prado, declaró ayer que este fuera de ordenación "no es lo mismo" que lo que hizo el anterior Gobierno local. "Es una ordenación parcial, en cuestiones estéticas concretas", apuntó. "Hay alguno que sí tiene que ver con altura o con volumen. Son temas muy concretos y puntuales, de cirugía, no como antes que era toda la ciudad fuera de ordenación", agregó.

Fernández Prado aseguró también que si un edificio tiene uno o varios elementos disconformes no significa que todo el edificio quede fuera de ordenación, sino que el propietario simplemente "tiene que adecuarse y por ejemplo cambiar la cubierta o la fachada o un altillo que se hizo con criterios de los años setenta y ahora hay que mantener los huecos de la fachada". Añadió que sólo existe un caso de edificio que queda en fuera de ordenación total, detrás del hospital Abente y Lago.

El artículo 71 de la normativa del Pepri, sin embargo, establece con claridad que en los edificios catalogados que tengan elementos "disconformes" (unos ventanales de aluminio, por ejemplo) se encuentran "en situación de fuera de ordenación" y mientras no se sustituyan dichos elementos "no se podrá autorizar en ellos otras obras que las pequeñas reparaciones exigidas por la higiene, el ornato y conservación del mismo". También se determinan parámetros similares para inmuebles no catalogados.

El Gobierno local ha señalizado los edificios que quedan fuera de ordenación en los alzados de los planos del Pepri. En color rosado ha marcado todos los elementos "disconformes" de los edificios. Por ejemplo en la plaza de María Pita existen dos inmuebles fuera de ordenación porque sus áticos no se adecuan a la construcción. También figuran las alturas existentes y las máximas permitidas.

En el plan especial del casco histórico existen casos de inmuebles que tienen elementos disconformes pero tienen autorizada una planta más. En este caso se podría dar licencia de ampliación según el Pepri pero si el promotor elimina esos elementos que causan el fuera de ordenación.