El plan general que será aprobado de forma provisional por segunda vez la próxima semana eleva un 54% la edificabilidad en el entorno de la Torre respecto al documento que fue a pleno en agosto. El Concello anunció en verano que trasladaba la construcción del Agra de San Amaro, vetada por Patrimonio, al polígono residencial de Adormideras. No solo aumenta la superficie edificable, sino que permite que los inmuebles tengan ocho plantas, tres más que en el texto anterior. Unesco y Patrimonio tendrán que dar su visto bueno antes de que se materialicen los planes del Ayuntamiento, que ha tenido que incluir una garantía de que no habrá construcciones que "impidan la contemplación" del faro.

La superficie para nueva construcción asciende ahora hasta los 57.045 metros cuadrados, cuando en agosto se aprobaron 37.171. Según especifica la ficha del plan especial de la Torre, 17.600 metros cuadrados serán de uso residencial y 39.385, de uso terciario o de ocio. Si en la primera aprobación provisional de agosto se fijaba un máximo de planta baja más cinco pisos, el documento permite ahora planta baja más ocho pisos como tope.

El documento revisado, que irá a pleno el miércoles, duplica además el total de plazas de aparcamiento. El texto anterior cuantificaba 89 plazas públicas y 268 privadas y en la actualización se registran 187 públicas y 560 privadas. Son, en total 375 vacantes más. Tanto en la primera aprobación inicial como en la segunda, se prevé la reubicación del aparcamiento público que hay a los pies del monumento "hacia un lugar más alejado del faro procurando un menor impacto visual".

De la ficha nueva desaparece la anotación de que los usos terciarios y de ocio "se dispondrán en las plantas bajas y/o aprovechando el desnivel del terreno existente a modo de cubierta transitable". En su informe sobre la propuesta del Concello, Patrimonio había reprochado la exclusión del plan la "limitación de las alturas de las edificaciones de uso terciario y de ocio, excepto de la actual rasante del terreno". Vetó también cualquier tipo de "excavación".

A pesar de las modificaciones, el desarrollo del plan especial y la construcción en Adormideras tendrá que pasar por el filtro de la Dirección Xeral de Patrimonio, tal y como ordenó el departamento autonómico en su informe vinculante sobre el plan general. Los límites impuestos por la Xunta hacen incluir en la ficha una garantía de que no se realizarán construcciones que "impidan la contemplación de la Torre desde cualquier punto del ámbito de ordenación". El plan general también prohíbe cualquier volumen que "impida la visualización" del litoral desde la base del faro.

La ficha de la que partirá el plan especial para desarrollar la zona mantiene la imposición de la Xunta de "reordenar las dotaciones deportivas" en torno al monumento, "eliminando las construcciones que afecten a la contemplación de la Torre desde el paseo marítimo".

La primera propuesta municipal aprobada en verano abría la posibilidad de sumar a los 37.171 metros cuadrados de edificabilidad inicial otros 15.000 para "edificables bajo rasante" con destino al centro de recepción de visitantes y mejora de servicios para los turistas, como aparcamiento, comercio, cafetería, restauración... Eso sí, estas construcciones estaban explícitamente condicionadas al "permiso" de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y de la Secretaría Xeral de Patrimonio Mundial de la Unesco.

En el texto que irá a pleno desaparece centro de recepción y los metros se incluyen dentro de la suma total de edificabilidad. Omiten la autorización de los vigilantes patrimoniales y se añaden otros 5.000 para que crezca ese 54%.

El traslado de la edificabilidad al polígono residencial de Adormideras ha sido contestada por vecinos de la zona y de barrios vecinos como Monte Alto, que temen la pérdida de espacios públicos, critican la afección de las nuevas construcciones al paisaje y la alteración del ámbito y rechazan que se aumente la densidad de población del lugar.