Nadie duda a estas las alturas de que la crisis afecta a todos los sectores productivos de la economía. Aunque algunos la padecen más que otros. El pequeño comercio, aquel que difícilmente puede pensar en exportar a nuevos mercados extranjeros, permanece rehén de un país en el que la devaluación interna impulsada por el Gobierno se traduce en una caída en picado del consumo, un acceso al crédito muy restringido y unas previsiones de futuro nada halagüeñas. Este también es el contexto al que se enfrenta el Concello a la hora de implementar su política de promoción de los pequeños negocios.
Desde su despacho en María Pita, la concejala de Comercio, Luisa Cid, anticipa un año que, en política comercial, seguirá a grandes rasgos el camino establecido en 2012. "El pasado fue un año en el que pusimos en marcha muchos proyectos porque no había nada de antes. Ahora continuaremos con ellos y los mejoraremos", explica Cid. Entre ellos, garantiza la continuidad de campañas como Coruña Wapa, Stock Coruña, la Noches blancas o Vinilar, un programa que permite a los locales vacíos instalar vinilos para la mejora estética de los barrios.
Con todo, la concejala defiende descentralizar parte de este trabajo de dinamización a las asociaciones de los barrios. "Es allí donde mejor saben como atraer a sus vecinos. Hay que buscar un equilibrio entre las campañas del Concello y lo que propongan los comerciantes", explica Cid. Por ello, defiende las aportaciones directas a través de los convenios nominativos, pese a que durante su etapa en la oposición el PP cargó más de una vez contra esta modalidad de financiación. "Pero en esto también hay una diferencia con el bipartito, y es que antes se daba una ayuda a una única asociación de las 20 que hay y ahora damos a todas", defiende.
En total, el Concello destinará en este año más de 900.000 euros a la promoción del comercio y el refuerzo del asociacionismo con el fin de generar actividad "todos los meses y en todos los barrios". La teniente de alcalde, sin embargo, prefiere no desvelar las novedades que se pondrán en marcha en 2013, a la espera de que se celebre la Mesa del Comercio, que reúne a comerciantes y Gobierno local. "Y ahí también tendremos que analizar como hacer frente a los retos de la liberalización de horarios o el incremento del turismo", aclara.
Por las ayudas directas a los colectivos de comerciantes el Concello recibió críticas de oposición y algunas asociaciones. El motivo de la molestia: que se aportase la misma ayuda económica -3.000 euros a actividades de dinamización y 1.000 euros a refuerzo del asociacionismo- a asociaciones de comerciantes con gran trayectoria en la ciudad y a otras de reciente creación. A la polémica, echaron más leña al fuego las acusaciones de que buena parte de estas nuevas asociaciones constituidas en 2011 nacieron bajo el paraguas del Concello y del Partido Popular. "Esa acusación es una tontería. Dimos ayudas a todos por igual sin atender a quien eres o dejas de ser, sino buscando cubrir todos los barrios. No hay ningún tipo de partidismo", asegura.
Unas asociaciones de comerciantes que en los últimos años vieron como algunos de sus asociados abandonaban los barrios seducidos por el boom de unos centros comerciales que ahora no responden a las expectativas creadas en un inicio. También este frente preocupa a la concejala que reconoce afrontar el problema del exceso de grandes superficies sin un gran margen de maniobra. "Esto habría que decírselo al bipartito, que era quien celebraba cada apertura. Y claro que nos preocupa el futuro de estos negocios, estamos hablando de puestos de trabajo", asegura Cid.
La campaña navideña convirtió en las últimas semanas a su departamento en diana de las críticas de la oposición. Sin embargo, Cid da por "buena" la campaña y resta importancia a las acusaciones de despilfarro por invertir 145.000 euros en la instalación del poblado navideño lapón. "Realmente, no hubo ninguna polémica. Los únicos que vieron alguna fueron los partidos de la oposición. Su problema es que no sabe reconocer cuando las cosas están bien hechas", lamenta.
