La lluvia no consiguió amargar el día a los choqueiros. El mal tiempo solo importunó a los que se quedaron en casa. Los que se animaron a convertirse en famosos, personajes de cuento, artistas, policías, políticos o, simplemente, a salir a la calle con la indumentaria más ridícula que se encontraron por casa se rieron. Y mucho. La calle de la Torre, como es tradicional, se convirtió en el epicentro del martes de Carnaval.

Había menos curiosos que otros años y menos personas intentando ser otras, pero la música de los Kilomberos de Monte Alto y los concursos de disfraces animaron la jornada. Los bares de la zona se convirtieron en refugio de los choqueiros, que trasladaron a ellos la música, los cánticos y el buen humor mientras en la calle llovía. En cuanto el tiempo daba una tregua, no dudaban en adueñarse de la calle de la Torre y llenarla de colorido y bailes.

En el día grande de las fiestas no faltaron los homenajes a tres figuras históricas del Carnaval coruñés, César Sanjosé; Juan Manuel Iglesias Mato, Palau; y Manuel García Canzobre. El Gobierno local también rindió homenaje a una de las choqueiras más emblemáticas de la calle de la Torre, Fina Naya, Finita, a la que puso una placa en la calle San José. Otros choqueiros tradicionales, como el barrigudo que año tras año se pasea en ropa interior y tacones por Monte Alto, no recibieron homenajes, pero sí los aplausos, los piropos y las felicitaciones de sus vecinos, que no podían dejar de mirarlo. El hombre, además, se llevó el segundo premio del concurso de choqueiros.

La plaza de España contó, al igual que el año pasado, con una máquina gigante de hacer filloas que repartió 13.000 raciones de este dulce típico de Carnaval entre el público que asistió a las diferentes actividades organizadas en la zona. Las más esperadas, sin duda, fueron los concursos de choqueiros y el infantil de disfraces. Por el escenario instalado en el Campo de Marte, donde actuó la Banda del Camión para cerrar la jornada, desfilaron niños, jóvenes y mayores ataviados con todo tipo de indumentarias. Las había que rozaban el ridículo, pero en Carnaval todo vale. Y también se pudieron ver trajes graciosos, originales, llamativos y elaborados. El público pudo ver desde un transformer que se convertía en el Ferrari de Fernando Alonso hasta dos elefantes que cantaban "abajo los Borbones que nos tocan...", una familia vestida de época, todos los personajes de la serie Dragon Ball, una animadora del Dépor o a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.

Miembros de las asociaciones de vecinos de Monte Alto y Palavea subieron juntas al escenario para exigir al Concello que no les quite la subvención destinada a la biblioteca del Campo de Marte. El primer premio del concurso se lo llevó la Torre de Hércules y, el segundo, el hombre en ropa interior, que se metió en el papel de una modelo de Victoria Secret. En el certamen de disfraces para los más pequeños, el primer premio individual fue para el disfraz Paz y Amor; y el primer premio de grupos, para Medievales de Monte Alto. En el concurso infantil de choqueiros triunfaron Tío Vivo Mágico y Piratas.