-¿Qué tipo de contenidos abarca este curso?

-Pese al título tan largo del curso -Protocolo, Comunicación e Imagen Corporativa- no se contempla como tres partes diferenciadas. Son tres patas de la misma mesa necesarias para gestionar la imagen institucional de un único tema. Es el mismo tema enfocado desde distintas perspectivas.

-¿A quién va dirigido?

-A cualquier persona con necesidad de conocer las herramientas de comunicación puede interesarle este postgrado, desde un abogado que tenga un despacho y necesita contactar con sus clientes hasta un empresario que realiza presentaciones de sus productos a sus clientes.

-¿La sociedad tiene claro los campos que abarca el protocolo?

-A estas alturas del partido los ciudadanos siguen con una idea distorsionada del protocolo porque lo asocian solo con una parte del conjunto que son los buenos modales. El protocolo es mucho más que eso, es un valor añadido para la institución al saber gestionar su propia imagen. Se confunde la parte con el todo. Es como si dijésemos que la medicina solo es poner inyecciones.

-¿Qué nota le pondría a los ciudadanos en buenos modales?

-La buena educación es una forma de comunicarse según unas pautas no escritas pero aceptadas por la sociedad. Hay que poner más énfasis en la educación de nuestros jóvenes.

-¿Cómo influye la imagen corporativa en la empresa?

-Vivimos en la sociedad de la información y la comunicación audiovisual donde una imagen vale más que mil palabras. Cuando vemos el logotipo de una empresa enseguida identificamos quién es y la asociamos con la imagen que tenemos de ella. El protocolo no vende nada pero es una vía intermedia que contribuye a generar una imagen positiva y mejorar las ventas.

-¿Puede darse el caso de que la imagen que se muestra no coincida con la real?

-La entidad tiene que querer vender lo mejor, es decir, ser bueno y después saber contarlo. La ética no está reñida con la estética.

-¿No saber venderse puede provocar una caída de las ventas?

-Hay empresas que prestan servicios magníficos que son incapaces de llegar a la sociedad por no saber gestionar su imagen y eso es fundamental. A mis alumnos les pregunto qué idea tienen de una marca conocida y cuántos la compran. Aunque no seamos consumidores si la gente tiene una idea positiva del producto habrá otros que lo compren.

-¿Qué beneficios aporta al individuo trabajar su imagen?

-Todos debemos trabajar nuestra imagen personal para ofrecer seguridad y credibilidad. Esto es muy útil sobre todo para profesionales liberales que trabajan por su cuenta.

-¿Cuáles son los aspectos que se deben reforzar para generar una buena opinión en los demás?

-Cualquier evento grande o pequeño exige una interrelación entre personas donde se requieren buenas maneras. Saber sentarse, saber comer y saber hacer llamadas telefónicas es algo que se da por hecho que todos sabemos hacer. Pero hacerlo bien es lo que marca la diferencia y mejora esa imagen personal que transciende a la profesional.

-¿Qué tipo de trucos enseñan en este curso?

-Una de las partes del curso se centra en las técnicas de organización de eventos. En actos tan cotidianos como poner la mesa se suelen cometer errores como por ejemplo en qué lado se colocan los cubiertos y las copas. No es lo mismo que se haga de una forma u otra porque nada es aleatorio.