Hizo falta llegar a las movilizaciones para que la Xunta moviese ficha. Después de años de espera, el Gobierno gallego anunció ayer la adjudicación de las obras de ampliación del colegio Emilia Pardo Bazán, justo el mismo día y a la misma hora que los padres y madres de los alumnos del centro se movilizaban contra la demora del Ejecutivo en contratar este proyecto. La actuación ha sido adjudicada a la UTE Vías y Construcciones, y Petrolam A Veiga por 1,7 millones de euros. Las obras de ampliación supondrán la creación de nueve aulas, una sala de usos múltiples, un comedor, una zona de administración y dos unidades de apoyo.

La presidenta de la asociación de madres y padres del centro, Lucía Rodríguez, ha celebrado la noticia y confía en que, ahora, el Ejecutivo sí cumpla con los plazos comprometidos. "Es una pena -aseguró- que tuviese que pasar tanto tiempo y que tuviésemos que movernos tanto para que nos hiciesen caso".

Aunque las previsiones de la Xunta son que las obras comiencen en 20 días y se prolonguen a lo largo de nueve meses, los padres de los alumnos se mantienen cautos. En abril del pasado año, el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Jesús Vázquez, visitó las instalaciones para presentar oficialmente y por todo lo alto una ampliación que tendría previsto iniciarse en 2013. "Esperemos que en esta ocasión no se vuelvan a demorar", manifestó.

Las nuevas instalaciones previstas por la Xunta se organizarán en un nuevo edificio de 1.500 metros cuadrados, levantado en una parcela anexa a las instalaciones actuales. En el piso de abajo se localizarán los servicios comunes, como un comedor con capacidad para 300 alumnos, una sala de usos múltiples y un local para la asociación de padres y madres.

En la primera planta, se ubicarán las nueve aulas, dos unidades de apoyo educativo, una sala de profesores y una nueva zona de administración.