Los tres grupos de la oposición municipal coruñesa rechazan la reforma proyectada por el Gobierno, ya que el PSOE la considera "un ataque más del PP de Rajoy y Negreira a los servicios públicos" por la supresión de juzgados. Para los socialistas es "una contradicción absoluta" con la inversión en la Fábrica de Tabacos, en la que se ubicará la Audiencia, que será suprimida. El BNG estima que las consecuencias de esta reforma serían "muy perjudiciales para la ciudadanía" por el alejamiento de la justicia, su encarecimiento y la inaccesibilidad a un servicio público, frente a lo que defiende un aumento de juzgados y la transferencia a la Xunta de las competencias sobre la demarcación y la planta judicial de Galicia. Esquerda Unida considera que el proyecto supone "el finiquito a la independencia judicial", al entender que la creación de tribunales provincial será "muy negativa" porque obligará a los ciudadanos a desplazarse a la capital para recibir justicia y además reforzará el "obsoleto" modelo provincial.