La manifestación convocada ayer por la Plataforma Non ás Obras da Mariña -que reunió a 180 personas, según la Policía Local- calificó de "faraónica" la urbanización proyectada por el Ayuntamiento para esta zona de la ciudad y la contrapuso al "desmantelamiento" de los servicios sociales que a su juicio lleva a cabo el Gobierno local en los barrios. La movilización, que partió de la antigua oficina de turismo de la Dársena y se dirigió hasta el Obelisco y la plaza de María Pita para concluir en el punto de partida, fue encabezada por un muñeco vestido de faraón y con la cara del alcalde, Carlos Negreira.

Además de reclamar la paralización de los trabajos en la Marina, los manifestantes hicieron alusión con sus gritos a la operación Pokemon al exigir que los imputados en esta investigación judicial salgan del Ayuntamiento. El manifiesto leído al final del recorrido por Xurxo Souto, Lino Braxe y Manuel Rivas pidió que ante la crisis económica actual se haga un "esfuerzo por las personas y no por este exceso". El texto recordó que una de las constructoras que se encargan de ejecutar las obras de urbanización, Copasa, ha sido denominada como "la constructora del PP" y que está siendo investigada en relación con la trama Gürtel.

También hicieron mención los convocantes del acto a la financiación de esta iniciativa mediante fondos públicos y que la pretendida reducción del tráfico que busca el túnel proyectada será "nula", ya que consideran que el complejo comercial previsto atraerá más vehículos a la zona. La manifestación contó con la participación de los concejales del BNG Xosé Manuel Carril, María Xosé Bravo y Avia Veira, así como del de Esquerda Unida César Santiso, además de dirigentes vecinales como Paulo Sexto y Domingo Verdini.

Esquerda Unida destacó mediante un comunicado que los 16,5 millones de euros destinados al túnel de la Marina equivalen al salario a media jornada de 1.800 parados y criticó al alcalde por asegurar que esa aportación le parece "relativamente pequeña". Esta formación destacó además que el coste del mobiliario para esta urbanización haya subido de 2 a 5,72 millones de euros y que se incluyan elementos como papeleras de 950 euros, cantidad con la que estima que podría vivir dignamente una familia durante un mes.