El nuevo uso que tendrá el Gobierno Militar a partir de 2015 después de más de cinco años de inactividad y olvido fue bien recibido ayer por el grupo municipal nacionalista, pero criticado por el del PSOE. El BNG acoge con "satisfacción" que el Ejecutivo popular haya al fin atendido no solo una demanda vecinal, sino una reclamación nacionalista incluida en las alegaciones presentadas al Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) para el casco histórico. Así, recuerda que siempre solicitó que la Ciudad Vieja contase con dotaciones sociales o vecinales.

El PSOE critica en cambio la actitud del alcalde, Carlos Negreira, por lo que entiende que es "vanagloriarse" de renunciar a la iniciativa socialista para el edificio, su conversión en sede del Centro de Interpretación y Recursos de la Cultura Europea (Circe), proyecto que considera "compatible" con el uso previsto del inmueble como centro cívico y vecinal. Además, el grupo alude a que el propio regidor exigió al Gobierno socialista que invirtiese en el instalación de carácter cultural cuando formaba parte de la oposición. El PSOE censura que Negreira "intente cumplir una promesa a costa de otra y a la carrera".

Los socialistas rescatan los anuncios electorales del PP en campaña para apuntar que en estos momentos "no hay en proyecto, presupuestado, ejecutado ni abierto ninguno" de los siete centros cívicos prometidos en la Ciudad Vieja, Barrio de las Flores, Os Rosales, Pedralonga, Pocomaco, Linares Rivas y parque de Oza.