La cafetería El Remanso echará hoy el cierre. La concesionaria del negocio y el Concello han llegado a un acuerdo para llevar a cabo el desalojo: la empresa que explota el establecimiento entregará las llaves a las 08.00 horas y el Concello le permitirá realizar el desalojo del mobiliario en los próximos diez o quince días, en función del tiempo que necesite para retirar el mobiliario y despejar el local, que se convertirá en un quiosco cívico.

Tras manifestar sus discrepancias, las partes llegaron a acuerdo el pasado viernes. La concesionaria, Pezetace, había solicitado un plazo de un mes para vaciar el establecimiento y liquidar a los empleados, pero el Ayuntamiento rechazó la petición y se remitió a la orden judicial que amparaba el desalojo y ponía hoy como fecha límite. El Concello cambiará la cerradura y la empresa no dispondrá de las nuevas llaves, aunque podrá retirar el mobiliario tras avisar y ponerse de acuerdo con el Concello, según el representante legal de Pezetace, el abogado Carlos López Petinal.

La petición de la empresa de suspender la aplicación de la orden emitida por un juzgado de lo Contencioso-administrativo, que obligaba a abandonar de modo forzoso las instalaciones en un plazo de veinte días -que expira hoy-, ha sido desestimada. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por su parte, no se ha pronunciado todavía sobre los dos recursos presentados por el dueño de la empresa: uno contra la entrada por parte del Ayuntamiento al domicilio y otro contra la extinción de la concesión.

El propietario de la compañía consideró insuficientes los 20 días y recordó, además, que el cierre del negocio afectaría también a los empleados que tiene en nómina. Tras los intentos de la empresa por aplazar el desalojo, los trabajadores se mostraban ayer resignados ante el inminente cierre. "Hay que cerrar y ya está. No hay solución", lamentaba uno de los contratados.

La empresa adeuda 44.931 euros al Ayuntamiento, ya que solo pagó los seis primeros años el canon de la concesión administrativa, otorgada hace 23 años y hasta 2040. El Gobierno local sostiene que el impago es el motivo del desalojo y la extinción del contrato. "La empresa no se tiene que ir porque queramos hacer otra cosa ahí, sino porque no pagó el canon en incumplió el contrato", justificó el Gobierno local. El Concello atribuyó también a la adjudicataria la responsabilidad sobre los empleados.

Una vez cerrada la cafetería, el Concello proyecta demolerla y construir en su lugar un centro cultural y de ocio. El Ayuntamiento preveía licitar el proyecto en el último trimestre de este año por un presupuesto máximo de 1,2 millones de euros, pero el proceso se ralentizará por la necesidad de modificar el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) para dar amparo legal al quiosco cívico. El Concello tendrá que aprobar la modificación urbanística en pleno, exponerla al público, resolver alegaciones, aprobarla de modo provisional y trasladarla a la Xunta.