Una perro rescatado por los servicios de lacería municipales a final de septiembre ha sido adoptado por una de las jóvenes que había alertado de la situación del can a las autoridades. El animal, llamado Hoomer, se encontraba en un "estado preocupante" a su llegada a las instalaciones después de semanas abandonado. Según informa la empresa concesionaria, Servigal, el pelo le formaba bolas y rastas.