La razón por la que el grupo municipal del BNG considera que la Autoridad Portuaria planea una gran operación comercial con la venta de los terrenos del hotel Finisterre y La Solana al haberse cambiado su calificación es la de aliviar sus "grandes problemas económicos".

Los nacionalistas recordaron ayer que las cuentas del organismo en 2013 reflejan unas pérdidas por valor de 722.000 euros, por lo que demandan al Puerto que se exprese con claridad respecto a su participación en el reciente traspaso de una concesión que ha autorizado y sobre los planes que tiene en una parcela que es de su propiedad.

La modificación de la consideración urbanística de este terreno de casi 30.000 metros cuadrados que censura el grupo del BNG, no le resulta anómala al Gobierno de Carlos Negreira, que a través de fuentes municipales indicó ayer que la calificación de la parcela del Puerto como suelo dotacional privado "es la que le corresponde legalmente".

"Si fuera una calificación de suelo dotacional público el Ayuntamiento tendría que expropiarlo en cinco años", advierten desde el Gobierno local, que justifica la consideración de suelo privado porque esa parcela "es un bien patrimonial de la Autoridad Portuaria y no es dominio público".