Lejos en la memoria, no en el tiempo, le quedan al alcalde, Carlos Negreira, sus tesis presupuestarias en la oposición. Los cuatro años en el Gobierno local han visto un giro de 180 grados a los cuatro ejercicios previos de los populares en la oposición. Las modificaciones de las cuentas a lo largo del ejercicio que, para el PP, eran paradigma de mala gestión económica de PSOE y BNG son recurrentes en el Ejecutivo de Negreira. Acumula 16 en menos de dos años y medio -una media de una cada dos meses y medio-. Los créditos con bancos para financiar obras que conllevaban, a juicio del PP, endeudamiento innecesario con socialistas y nacionalistas son ahora "lo ordinario, lo normal, lo tradicional", en palabras de Negreira.

El Gobierno local, como sus predecesores, se ha endeudado cada año con el fin de afrontar obras e inversiones. En cada uno de sus cuatro presupuestos del mandato, el Ejecutivo popular ha concertado préstamos. Su actitud desde la oposición ha virado hasta saltarse el reproche que lanzaba a otros: del culpamos a la "herencia" recibida del "bipartito anterior" al pedimos crédito porque lo ejecutamos.

"No hubiera sido necesario [concertar un préstamo] si estuvieran las cuentas saneadas", se intentaba explicar la concejal de Hacienda, Rosa Gallego, en 2011 para desviar al anterior Ejecutivo la responsabilidad de que el Ayuntamiento se endeudara más en el primer año de Negreira como alcalde. Tres años después, la justificación a la que ha recurrido Negreira para defender el crédito de 2015 se encuentra en la acción de gobierno: "Si se ven las cifras de ejecución de unos y otros se podrá comprobar que realmente el crédito que estamos pidiendo nosotros es un crédito para ejecutar obras, un crédito que realmente complementa esos ingresos y que desde luego no ha incrementado la deuda en los sustancial. Si no hubiéramos aumentando el gasto, probablemente dirían: 'Hombre, en una época en la que se necesita inversión pública, no se hace". El Ayuntamiento reconoce haber ejecutado el 60% de la inversión prevista en obras, de la que dejó sin gastar el 40%.

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El alcalde, el miércoles, en la rueda de prensa de presentación del presupuesto, desconocía el importe del nuevo préstamo y emplazaba al final de la comparecencia para ofrecerlo. Se limitó a avanzar que sería "similar al de otros años". "Este año llevaremos un crédito, que es lo ordinario, lo normal, lo tradicional en todos estos presupuestos". El Gobierno local incumplió el compromiso de Negreira y no desveló el dato hasta tres días después al hacer público el anexo de inversiones: el importe "similar", en realidad, supone casi un millón de euros más, un 8% más que este ejercicio.

Negreira encaró sus primeros tres presupuestos con préstamos por cantidades idénticas al último que habían aprobado PSOE y BNG en el Gobierno, 11,45 millones. El cuarto y último del mandato, ideado para afrontar obras en un año con elecciones municipales, aumenta en casi un millón de euros. A diferencia de otros ejercicios, en los que el endeudamiento se aprovechaba para financiar numerosas obras -27 en 2014-, el de 2015 se limitará a costear once actuaciones porque una sola de ellas, el túnel de la Marina, absorberá 10,59 de los 12,37 millones, el 85,6%.