La primera etapa del proceso de peatonalización de la Ciudad Vieja, iniciada el pasado mes de agosto -y en curso al menos hasta la apertura del túnel de la Marina y la reurbanización de la zona-, ha reducido la circulación de vehículos en el casco histórico, el número de coches aparcados y la emisión de ruido. Las multas por estacionar intramuros sin la tarjeta de autorización correspondiente solo para residentes, frecuentes en las primeras semanas de la peatonalización, también han descendido. Los fines de semana, en cambio, aumentan. Si en días laborables la media de denuncias diarias a infractores es de cinco y de retirada de vehículos aparcados indebidamente es de dos, los viernes y sábados por la noche y los domingos esa media se duplica.

"Hay un mayor grado de incumplimiento los fines de semana, sobre todo en las noches de viernes y sábado", admite la concejala de Movilidad, Begoña Freire. "El balance es altamente positivo", resalta, y los vecinos, añade, están satisfechos con la medida emprendida por el Ayuntamiento. "El casco histórico no está diseñado para los coches", asegura.

Pero los coches, de momento, continúan circulando y aparcando. Entran ahora en la Ciudad Vieja un 85% menos de vehículos, afirma Freire. Y solo pueden estacionar los que tienen permiso, "entre 150 y 180" todos los días en la actualidad. Justo después de la primera semana desde que comenzó la peatonalización, en la que los agentes de la Policía Local solo advirtieron de su infracción a los conductores aparcados sin tarjeta, se registraban 28 denuncias de media de lunes a viernes y la grúa retiraba 15 coches en ese periodo semanal. A finales de noviembre, según Freire, la media baja a cinco multas y dos retiradas. "Hay días en los que la grúa se lleva un solo coche o ninguno", puntualiza la edil de Movilidad.

La mayor afluencia de gente en el casco antiguo y su entorno los fines de semana y la actividad hostelera de la zona hacen aumentar sin embargo el número de multas por estacionamiento indebido y las intervenciones de la grúa esos días. "El doble", indica el Concello sin aportar cifras concretas.

El Gobierno local se felicita por haber "conseguido ordenar el aparcamiento" en esta zona de la ciudad, haber "resuelto conflictos de accesibilidad" que antes perjudicaban a vecinos con problemas para entrar en sus portales o a vehículos especiales como ambulancias o los de bomberos y "liberado entradas y espacios", como el acceso al jardín de San Carlos o la plaza del General Cánovas Lacruz, donde antes había bolardos mecánicos y una mediana.

El Ayuntamiento asegura también que el ruido se ha reducido notablemente en las calles de la Ciudad Vieja por la desaparición progresiva de vehículos.