El hombre que presuntamente retuvo a al menos un indigente en una chabola de la antigua Conservera Celta cobra una ayuda de la Concejalía de Servicios Sociales. El sospechoso es uno de los realojados por el Ayuntamiento, por lo que percibe una subvención mensual para alquilar el piso de Ledoño (Culleredo) en el que reside. Aún así, conserva la chabola situada al lado del puente de A Pasaxe donde la Policía Nacional sospecha que mantuvo encerrado a un sin techo al que obligaba a trabajar bajo amenazas y agresiones. La intención del detenido, según fuentes cercanas a la investigación, que está bajo secreto de sumario, era apoderarse de la paga que cobraba la víctima. El departamento de Servicios Sociales, dirigido por Miguel Lorenzo, se negó ayer a informar sobre el caso.

El detenido, que está en libertad provisional imputado por los delitos de detención ilegal, amenazas y lesiones, negó los hechos de los que le acusan ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña. El hombre, que vivió en el asentamiento hasta que consiguió ser uno de los beneficiarios de las ayudas de Servicios Sociales, sostiene que la supuesta víctima se acercó a él cuando vendía globos de helio en María Pita para pedirle empleo. Lo único que pudo ofrecerle fue un hueco en una chabola a cambio de que realizase pequeños trabajos en la antigua Conservera Celta. El indigente aceptó el trato y se mudó allí con él. El arrestado, que fue puesto en libertad provisional en contra del criterio de la Fiscalía, negó haberlo secuestrado.

La alarma sobre el caso saltó el mes pasado, cuando el sin techo acudió en compañía de su supuesto secuestrador, a la residencia de Cruz Roja donde habitualmente pernoctaba. Las empleadas lo habían echado de menos y ya habían informado de su desaparición. En cuanto una de ellas lo vio entrar, se entrevistó con él a solas y fue entonces cuando le pidió ayuda. El indigente, según fuentes cercanas a la investigación, le contó que se había ido a vivir a la Conservera Celta porque un hombre le habían prometido un hogar a cambio de trabajo. Una vez allí, lo retuvo en contra de su voluntad y sufrió amenazas y agresiones. La mujer, tras escuchar su testimonio, alertó a la Policía Nacional. Los agentes se trasladaron al poblado de inmediato, donde localizaron a otros dos indigentes que también habían desaparecido de las entidades benéficas en las que dormían todas las noches.

Los agentes investigan si hay más personas implicadas en los hechos. Los vecinos del poblado de A Pasaxe defienden que es algo "habitual" que acojan a indigentes y que les ofrezcan un techo a cambio de que realicen algunos trabajos, al tiempo que niegan las retenciones y los malos tratos. Desde el Ayuntamiento, que en teoría realiza un seguimiento a las familias residentes en la Conservera Celta a través de Servicios Sociales, callan.