Si se cumplen los plazos fijados por el adjudicatario de uno de los dos locales hosteleros habilitados por la Autoridad Portuaria en la explanada de O Parrote, el establecimiento comenzará a funcionar un año después de que le fuera otorgada esta concesión administrativa. Esta fecha supone un notable retraso sobre los planes iniciales del Puerto, que primero anunció que los bajos estarían abiertos a finales del año pasado y posteriormente que sería en la próxima primavera.

Fue en junio de 2014 cuando el Puerto resolvió el concurso convocado para la explotación de los bajos existentes al pie del paseo de la Dársena y con la muralla de la ciudad como fondo, mientras que la primera empresa que piensa iniciar su actividad en uno de ellos confía en hacerlo "antes del verano".

Así lo explica Lucas Pan García, gerente del restaurante La Tavernetta, que forma parte de la unión temporal de empresas que explotará uno de los locales, cuya denominación comercial será El Baluarte. El establecimiento, diseñado por Díaz y Díaz Arquitectos, dispondrá de una zona dedicada a restaurante orientado a la gastronomía gallega tradicional y de otra a vinoteca, así como un área con contenidos sobre la historia de la muralla y la ciudad, exigida por la Autoridad Portuaria a los adjudicatarios de los locales.

Del adjudicatario del otro local se desconoce cuáles son sus planes para comenzar la actividad y la orientación que pretende darle, aunque tanto esa sociedad como la que gestionará El Baluarte se enfrentan a un serio problema: la entrada de agua de lluvia en las últimas semanas que ha inundado los dos bajos de O Parrote. El contrato firmado por la Autoridad Portuaria con las dos uniones temporales de empresas ganadoras del concurso establecía que los recintos se entregarían acondicionados para la puesta en marcha de los negocios, por lo que la presencia del agua supone un serio inconveniente.

Lucas Pan explica que las filtraciones se deben al agua de lluvia procedente de la cubierta de los bajos, que coincide con el paseo de la Dársena, aunque desconoce si también se filtra humedad a través de la antigua muralla. La empresa ha incluido la reparación de estos daños en las obras de decoración del local que llevará a cabo de inmediato, aunque Pan admite que "está por ver quién la paga".

Los bajos de O Parrote aún no cuentan con una separación interior, pero cada uno de ellos tendrá una superficie de 251 y 266 metros cuadrados respectivamente. Los términos de la concesión fijan que los empresarios deberán abonar un 2% de la facturación anual, así como una tasa por la ocupación del terreno que se situará en torno a los 8.000 euros al año. Estos recintos fueron utilizados por empresas del sector naval mientras en O Parrote existieron varaderos para la reparación de buques. Con la excavación realizada para la construcción del aparcamiento, fue descubierto al fondo de estos locales un tramo de la muralla medieval de la ciudad que ahora se expondrá al público.