En su 125 aniversario el casinismo sueña ya con la fiesta de sus 250 años. "Larga vida al Casino", alzó la voz el alcalde en su discurso. "Viva La Coruña", rubricó. El Teatro Rosalía estalló en aplausos, los de medio millar de socios que ayer conmemoraron los 125 años de vida, unión, deporte, cultura y coruñesismo del Sporting Club Casino.

La gala contó con emotivos momentos, especialmente la entrega de placas a sus abonados de más edad: María Luisa Fernández Rodríguez, de 97 años, nerviosa, sonriente y agradecida; y Benito Gómez Cid, de 102 años, ayudado a mantenerse en pie en un pequeño palco instalado delante del escenario. Carlos Negreira hizo entrega de las piezas que dan fe de la fidelidad de estos coruñeses al Casino. También recibieron otra placa conmemorativa los tres socios decanos: Diocleciano Souto Barros, Dionisio Dopico Marcote y José Luis Crespo Nieto.

"Cincuenta y ocho locos decidieron crear un club el 16 de marzo de 1890", rescató de la memoria el presidente de la entidad, Juan José Medín Guyatt, en su intervención. Desde entonces, y como se recordó durante la gala y a través de imágenes continuas de socios, actos y actividades proyectadas en la pantalla, el Casino ha sufrido y crecido, captado fieles, cambiado de sede, construido unas instalaciones deportivas y de ocio en A Zapateira, fomentado la convivencia, cuidado su biblioteca y su pinacoteca y mantenido un espíritu y unos valores constantes. "Los socios son mucho más que miembros de un club social, deportivo y cultural. Gracias a todos, a los socios fundadores y a los futuros socios, por conservar nuestras señas de identidad", subrayó Medín Guyatt, aunque, quizá por demasiado asumidos, se olvidó mencionar.