La Xunta podrá dividir en tres parcelas el solar comercial de 14.520 metros cuadrados que tiene en el ofimático. La Junta de Gobierno Local dio ayer el visto bueno a la operación. El Gobierno gallego asegura estar ultimando la venta del área, próxima a Matogrande. Fuentes del sector inmobiliario afirman que podría ser utilizada para comercio de alimentación y minorista.
El Ayuntamiento coruñés indica en el expediente que la nueva parcelación se ajusta "a la normativa urbanística y al Plan General de Ordenación Municipal". Tras la aprobación de la modificación del plan parcial del ofimático, en el pleno celebrado el 22 de diciembre de 2014, el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) acordó la segregación del solar en tres, que tendrán una extensión de 5.599, 6.432 y 2.489 metros cuadrados y se dedicarán a uso terciario.
La suma de la edificabilidad individual de cada uno de los terrenos no superará la correspondiente a la totalidad de la manzana, según consta en el proyecto de división de la parcela elaborado por Xestión do Solo de Galicia (Xestur SA), que deberá abonar al Ayuntamiento 1.443 euros por la tramitación de la licencia urbanística. El Gobierno gallego intentó deshacerse del solar en 2008, cuando lo puso a la venta por 16,6 millones; y en 2010, por 10 millones, pero no lo consiguió. El terreno también fue sacado a concurso en dos ocasiones, la última en 2012, pero siempre quedó desierto condicionado por la crisis y la incertidumbre del desarrollo urbanístico.
La Xunta comenzó a recibir ofertas cuando el Concello autorizó, a finales del año pasado, la división. La modificación del plan urbanístico permite levantar un inmueble de hasta 15 plantas, ya que consiente la concentración de la edificabilidad a lo alto. El proyecto inicial, antes de los cambios aprobados por el Ejecutivo, indicaba que el terreno del Gobierno gallego estaba destinado a "edificaciones de la Xunta" y vinculado a "uso administrativo". En la nueva normativa, sin embargo, no existe referencia al uso administrativo, solo al comercial. La urbanización de los terrenos situados entre Eirís y Matogrande comenzó a diseñarse en 1990, cuando la Administración autonómica proyectó un parque de oficinas en la zona.
