El incumplimiento de los niveles de reciclaje y económicos en la planta de Nostián sigue lejos de lo que se comprometió en su alumbramiento. Las memorias anuales de gestión de Medio Ambiente indican que en 2012 los rechazos estaban "por debajo del 55%", en 2013 subieron al 58,35% y el pasado año se quedaron en un 56,56%. La oferta de reciclaje con la que Albada ganó la concesión era del 65%, en el que el restante 35% acabaría en un vertedero como rechazo.

La huelga de trabajadores y el plante del Consorcio As Mariñas ahondaron en los problemas de la planta en 2013, que el pasado año pudo incrementar el volumen de toneladas de entrada debido al regreso del ente metropolitano. Un total de 100.083 toneladas llegaron de la ciudad y72.966 de los municipios del entorno que depositan allí sus residuos. El área de Medio Ambiente destaca en el informe -elaborado por el Gobierno local anterior- que pudo incrementar en 665.000 euros los ingresos que llegan de Ecoembes por recuperación de envases después de que en 2013 Nostián sufriese una "merma importante de ingresos" de 304.591 euros.

El informe subraya que asciende la utilización de puntos limpios a lo que ha ayudado, concluye, el punto limpio móvil. Aumenta el papel-cartón recuperado en todas sus modalidades de recogida diferenciada, "a excepción de la recogida en contenedores". El dato, sin embargo, está por debajo del de 2012. Caen ligeramente los kilos de briks recuperados por habitante (de 1,15 a 1,04 por vecino) y los kilos de envases metálicos (de 4,97 a 4,7 por vecino). Suben los kilos por habitante de envases plásticos (de 10,09 a 11,73) y de envases en general sin cartón (de 16,23 a 16,17).

Los responsables de Medio Ambiente ponen el acento en que "el vidrio continúa estabilizado en cifras similares en los últimos años". Los kilos per cápita llevan tres años en torno a 13. Esto les permite concluir que "es necesario un mayor esfuerzo en la separación, sobre todo en la hostelería".

En la memoria no se hace referencia ni una sola vez a las auditorías encargadas en 2012 y que iban a servir como base para mejorar el modelo de la planta de reciclaje. Sí hay un espacio, sin embargo, para el enfrentamiento con la concesionaria de la planta, Albada, que ha llevado a los juzgados al Concello, después de que este iniciase un proceso para anular un sobrecoste reconocido a la empresa en 2011 de más de treinta millones. "El 2014 ha sido intenso desde el punto de vista del trabajo relacionado con la concesión a raíz de las tres demandas interpuestas por la concesionaria en vía contencioso-administrativa, lo que ha exigido la remisión de abundante documentación al juzgado y a la asesoría jurídica", describen.

En el cruce de declaraciones, el anterior Gobierno local y la concesionaria se culparon mutuamente de que la planta recicle un tercio menos de lo previsto. La firma acusó en primavera a la Administración municipal de "alterar radicalmente" la gestión de residuos y de elevar los rechazos por el tipo de desechos de envía. Por su parte, Ejecutivo le reprochó a Albada que incumpla la oferta con la que ganó el contrato, que se firmó en 1997 y expira en diciembre de 2020.