"Yo creo que la situación económica del Puerto de A Coruñasituación económicaPuerto de A Coruña le debería preocupar a todo el mundo porque nosotros no podemos tener un puerto con problemas". La frase es lo suficientemente contundente como para hacer sonar las alarmas, si no estaban ya encendidas. Pertenece a Carlos Calvelo, alcalde de Arteixo, el concello donde el puerto exterior de A Coruña perfila la costa atlántica. La dijo ayer tras un encuentro con su homólogo coruñés, Xulio Ferreiro, al ser preguntado por el estado de salud económico de una infraestructura que, aunque ya funciona, espera por la llegada de más operadores, servicios y conexiones, como la viaria y, especialmente, la ferroviaria, y por la que la Autoridad Portuaria se ha endeudado hasta por lo menos el año 2051Autoridad Portuaria.

"El grado de endeudamiento de un puerto?" recordó también Calvelo, que cortó en seco la frase sin añadir verbos ni adjetivos para al instante alumbrar una previsión optimista: "Yo creo en su potencial". "Creemos que en el futuro esta zona del noroeste, el enclave estratégico del puerto exterior, va a ser un lanzamiento económico importante de la actividad que va a favorecer a toda la ciudad, el área metropolitana, a todo", añadió el alcalde de Arteixo con la vista puesta en años próximos.

La financiación de la dársena de punta Langosteira es un pesado lastre que no escapa a la preocupación de los ayuntamientos y los organismos implicados. La Autoridad Portuaria debe devolver en los próximos 36 años dos créditos por un valor conjunto de 326,4 millones de euros, de los que hasta el momento ha amortizado solo 8,9 del concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Ha pagado además otros 4,5 millones solamente en intereses del préstamo otorgado por Puertos del Estado, que empezará a abonar en 2021. Los resultados económicos del último ejercicio, el año 2014, no ofrecen razones para augurar un cómodo futuro, ya que las amortizaciones y los gastos financieros generados por los créditos para las obras del puerto exterior provocaron unas pérdidas de 4,2 millones de euros.

El gasto comprometido de 24 millones para Repsol por su traslado desde el puerto interior a Langosteira y las dudas sobre el futuro de los muelles de Batería, San Diego, Calvo Sotelo y petrolero dudas sobre el futuro de los muellescomplica las perspectivas económicas del Puerto. El órgano portuario quiere vender los muelles para recaudar dinero con el que financiar la dársena exterior y el Concello defiende darles un uso público, sin hipotecar el futuro urbanístico de la ciudad, y que sea el Ministerio de Fomento el aporte los fondos necesarios para la obra. El primer encuentro entre Xulio Ferreiro y el presidente del Puerto, Enrique Losada, demostró la falta de sintonía entre ambos respecto a esta operación inmobiliaria, pactada por el alcalde Francisco Vázquez y el Ministerio de Fomento en 2004.

"Para el tema de la financiación y de la deuda se tienen que sentar las distintas Administraciones y llegar a un acuerdo, a un entendimiento. Nosotros en este caso no somos una Administración tan implicada, pero yo creo que las cosas con diálogo se tienen que resolver", dijo el alcalde de Arteixo.