Las obras del mercado de San Agustín iniciadas por el anterior Ejecutivo local permanecerán paradas. Las placeras, de esta forma, acataron la decisión del Ayuntamiento, que retiró la partida de 250.000 euros prevista para la continuidad de los trabajos para destinarla a un convenio con la Asociación de Comerciantes y Emprendedores de Galicia para la iniciativa Incoruña. Las vendedoras, no obstante, acordaron con el concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, que el próximo año se realizarán los "arreglos" que requieren las instalaciones.

El Gobierno local garantizó que ejecutará las mejoras necesarias en la estructura del edificio y que cambiará los puestos del segundo pabellón de la fruta, ya que desentonan con los del primero, que son nuevos porque entraron dentro de las obras iniciadas por el anterior Ejecutivo. Los trabajos fueron puestos en entredicho por el actual Gobierno municipal, que insiste en que seguir con la reforma podría "poner en riesgo la seguridad". El Concello, además, aceptó cambiar la ubicación de los vestuarios prevista en el proyecto para que ultramarinos Marisol pueda volver a su ubicación original.

La representante de las vendedoras, Ángela Barrán, informa de que la nueva rehabilitación integral del edificio se proyectará "en 2016 o 2017". Por el momento, las vendedoras se conforman con que el Ayuntamiento acepte llevar a cabo algunas pequeñas mejorías para que el inmueble "no se quede como está", es decir, con las obras a medio terminar.

El concejal de Emprego e Economía Social se reunió ayer con representantes de las asociaciones de los trabajadores de los mercados de San Agustín, plaza de Lugo, Elviña, Adormideras, Monte Alto y Santa Lucía. Los vendedores propusieron al Ayuntamiento constituir una federación para encargarse de situaciones "comunes" a todas las plazas de abastos. Lema, según aseguró ayer Barrán, que se mostró "muy satisfecha" con las propuestas del edil, quien les garantizó su apoyo. De hecho, el Concello cederá a las placeras en los próximos días un local con capacidad para 200 personas para que celebren una asamblea en la que decidirán si inician o no los trámites para crear una federación. "Aunque cada plaza tiene su idiosincrasia tiene que haber criterios comunes", subraya Barrán, quien adelanta que una de las reivindicaciones de la federación sería la apertura de nuevos puestos en los mercados. Además, sostiene que agruparse facilitaría la consecución de subvenciones.

Los representantes de todos los mercados se sumaron a la recogida de firmas iniciada en agosto por los placeros de Santa Lucía para exigir a la Xunta que cumpla su compromiso de construir en el edificio un centro de salud. La iniciativa fue presentada el pasado mes de octubre por el exalcalde Carlos Negreira y la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera. Xunta y Concello firmaron entonces un protocolo de colaboración que establecía las bases para el estudio de viabilidad de nuevos usos sanitarios en la plaza de abastos, lo que mejoraría el servicio del ambulatorio de Federico Tapia.