Siete hombres acusados de secuestrar a un ciudadano subsahariano en el año 2004 en Pontedeume se han declarado inocentes de los hechos que se les imputan y por los que están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Después de que la vista se suspendiese en marzo por la ausencia de la víctima, este lunes y martes se juzga a los acusados, para quienes piden entre nueve y diez años de prisión por retener a un hombre durante varias horas en una casa de Centroña, en donde supuestamente lo ataron, le taparon la boca y le golpearon con la intención de que les diese dinero.

La víctima, con la que se habían reunido en Matogrande con la excusa de tratar un negocio, fue rescatada del maletero que conducían los acusados y que abandonaron al sufrir un accidente en la A-6, a su paso por la localidad lucense de Baralla. Los hechos ocurrieron en julio de 2004.

El fiscal pide para uno de los acusados, al que aplica la agravante de precio, diez años de prisión; y nueve para el resto de acusados, por delitos de secuestro y faltas de lesiones.

Caravana de tres vehículos

En la primera sesión del juicio, los siete acusados se han declarado inocentes de los hechos que se les imputan. Algunos de los procesados, según han manifestado en su declaración, ni siquiera habían acudido a la casa donde supuestamente estaba retenida la víctima, ni tampoco sabían que en el maletero del vehículo iba un hombre.

Así, han coincidido en argumentar que el motivo de su viaje en coche a Madrid era para llevar un vehículo objeto de compraventa, y que en ese momento no contaba con seguro. Por eso, formaron una caravana compuesta por tres vehículos, entre los que figuraba el que transportaba al africano, para así realizar una labor de vigilancia.

El primer acusado en declarar ha negado haber participado en el secuestro del hombre que supuestamente habría estafado a alguno de los acusados. "Yo había escuchado algo de un timo, pero no sé nada", ha asegurado este procesado en el juicio, donde en reiteradas ocasiones ha negado conocer lo que ocurrió con el hombre secuestrado.

"Yo no conocía el motivo del viaje. Me sentía presionado", ha respondido este primer encausado al ser preguntado por la razón que le llevó a trasladarse el 24 de julio de 2004, cuando se produjo la detención, junto al resto de acusados.

En esta misma línea se manifestaron varios de los otros hombres que también se sentaron este lunes en el banquillo de los acusados, y que han asegurado desconocer que en el interior del maletero de uno de los vehículo viajaba un hombre.

"Entró de manera voluntaria"

"No tenía conocimiento de que iba un hombre en el maletero. Yo no estaba cooperando en un delito. Me pidieron que llevara un coche que iba escoltando a otro que no tenía seguro", ha declarado uno de los procesados.

Sólo dos de los acusados han reconocido haber estado en la casa donde presuntamente habría estado retenida la víctima; y sólo uno de ellos, el conductor del vehículo que trasladaba al secuestrado, ha reconocido que dentro del maletero iba este hombre, pero "no iba atado" y "entró de manera voluntaria", puntualiza.

Por su parte, el último de los acusados en declarar, y el único al que le piden 10 años de prisión, se ha limitado a confirmar su presencia en el coche siniestrado y ha asegurado desconocer si iba alguien en el maletero del vehículo. Tras responder a esas dos cuestiones, el acusado no quiso seguir declarando sobre los hechos.

Testigo

En la sesión también ha declarado, en calidad de testigo, el hombre que vio el vehículo accidentado en la autovía. Ante el tribunal, ha explicado que en el interior del maletero se encontró a un hombre atado de pies y que le dijo que venía secuestrado. "No me dejes sólo que me van a matar", le dijo la víctima a este testigo, según ha relatado en su declaración.

Precisamente, antes de que finalizase la primera sesión del juicio, y debido a que la víctima no compareció, el tribunal dio lectura a la declaración que en su día realizó en los juzgados. Así, declaró haber sido retenido en una casa, donde habría recibido "varios golpes", y después ser atado y trasladado en el maletero de un vehículo.