Una de las paradas del bus urbano en la avenida de A Pasaxe, en dirección entrada a la ciudad, presentaba ayer una curiosa estampa. Varios usuarios esperaban la llegada del transporte sentados en el suelo y cubiertos por una destartalada marquesina ante la falta de banco. La espera del 22, único bus que pasa, no debe de ser cómoda de pie.