El proceso para convertir A Coruña en una Ciudad Refugio, impulsado por el Concello para aunar los esfuerzos públicos y privados encaminados a acoger refugiados, ya ha dado sus primeros frutos. Una familia egipcia que ha pedido refugio en España se hospeda desde el pasado jueves en una vivienda municipal gestionada por una ONG.

Según informa el Ayuntamiento, con los asilados está trabajando "personal competente" que evaluará su estado físico y emocional, así como su situación jurídica. La concejala de Igualdade y Diversidade, Rocío Fraga, destaca que las autoridades están actuando con discreción y respeto máximos para no crear "sobresaltos" hasta que su situación "perfectamente evaluada", por lo que no se han desvelado más detalles sobre la familia.

El Ayuntamiento prevé que a lo largo de la próxima semana lleguen a A Coruña nuevos refugiados: un ciudadano palestino y una familia iraquí, y continúa trabajando con las "instituciones competentes" y con ONG como Cruz Roja o la Asociación Comisión Católica Española de Migración para conseguir que A Coruña "sea importante como ciudad de acogida".

La concejala estima que la ciudad acogerá a entre diez y veinte refugiados al margen de las cuotas que la Unión Europea está negociando para distribuir a los solicitantes de asilo que entran, sobre todo, por Grecia e Italia. Estos refugiados, según el Ayuntamiento, pueden tardar aún meses en llegar, por lo que se ha decidido ayudar a una serie de personas afectadas por los conflictos de Oriente Medio y que están accediendo estos días a España.

Aunque estas personas han sido admitidas al margen de las cuotas, esto no significa que su estancia en España sea ilegal. Los asilados cuya llegada está gestionando el Concello entran en el país a través de Melilla. El Gobierno central abrió en marzo una oficina de asilo en la frontera de la ciudad autónoma para tramitar la entrada de refugiados, según informa Fraga.

El Concello asegura que casi trescientos vecinos han ofrecido su ayuda para acoger refugiados o ayudarles. Entidades como el Colegio de Abogados o médicos contactaron con el Concello para prestar a los asilados ayuda jurídica o sanitaria. Además de las tres viviendas municipales puestas a disposición de los refugiados, una de las cuales ya está ocupada por los egipcios, una vecina ha cedido una cuarta. Varias personas han ofrecido habitaciones de sus casas, pero Fraga señala que esa no es la mejor forma de acoger refugiados dada que no es una solución "a largo plazo".