Con la elaboración de los presupuestos para 2016 en el horizonte, la oposición comienza a mostrar las cartas con que jugará la partida de las ordenanzas fiscales, que deben pasar el filtro de un pleno sin mayorías absolutas antes de aprobarse. Marea, PSOE y BNG coinciden en la filosofía de rebajar el coste de ciertos servicios o en aumentar las bonificaciones a pequeñas rentas pero difieren en algunos detalles y en los tributos objeto de revisión. Ni socialistas ni nacionalistas quisieron ayer dar su opinión sobre las propuestas presentadas hace dos semanas por el Gobierno local. Tampoco el PP, que, asegura, trabaja en un modelo de tributos que presentarán "en su momento".

El PSOE, por ejemplo, defiende aplicar rebajas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a autónomos y comercios mientras que para el agua apuesta por hacer el recibo totalmente gratuito a personas beneficiadas de la Renta de Inserción Social de Galicia (Risga), idea con la que también coincide el Gobierno municipal.

Los socialistas, que en los últimos meses fueron haciendo a cuentagotas propuestas para cambiar estas ordenanzas, también apuestan por suprimir el copago en el servicio de ayuda a domicilio. El portavoz de la formación, José Manuel Dapena, aseguró que este precio es "un duro golpe" para muchas familias que hacen uso del servicio pero que carecen de recursos.

El BNG, que hizo ayer públicas sus iniciativas, propone ir más allá que la Marea en algunos de los cambios. El agua es un ejemplo. Desde el Gobierno apuestan porque el coste fijo del servicio sea de 4,07 euros y no de 5,76, como se venía cobrando ahora a usuarios con un caudal inferior a 2,3 metros cúbicos por hora. Los nacionalistas coinciden en este punto pero además proponen devolver a los niveles de 2013 la tasa de alcantarillado o la tasa del servicio de depuración.

Lo mismo ocurre con el IBI. Marea y BNG comparten la idea de que las bonificaciones a familias numerosas oscilen entre el 50 y el 90% en función de la renta, si bien el Bloque plantea que la exención del 90% se mantenga a hogares con más de tres hijos y con alguno de sus miembros en situación de discapacidad. Como novedad, los de Avia Veira piden que las infraestructuras de la Universidade da Coruña no paguen este tributo, al igual que ocurre con las propiedades de la Iglesia.

El Bloque, que remitirá estas propuestas al Gobierno, también plantea que el Concello pague el IBI por sus propiedades en régimen de alquiler -estima que le supondría 40.000 euros anuales- y que se suprima el precio público de las huertas urbanas y de la celebración de matrimonios civiles.

Consultado por este diario, el PP no quiso hacer ninguna lectura sobre las propuestas del Gobierno y fuentes de la formación se limitaron a asegurar que trabajan en la elaboración de las suyas.

Durante su etapa en el Ejecutivo, los conservadores llegaron a aprobar en febrero un "plan de pago personalizado" que permitía fraccionar el pago en dos, tres o cinco plazos con una bonificación del 2%, aunque no llegó a entrar en vigor. La propuesta se asemejaba a la que plantea ahora la Marea -dividir el pago en seis plazos con una rebaja del 3%- con la diferencia de que el actual Gobierno solo contempla incluir el IBI y la tasa de vehículos mientras que los populares lo ampliaban, además de a estos tributos, a la tasa de actividades económicas (IAE), a la tasa de recogida de basura industrial y a la de vados.

El actual Gobierno deberá negociar con la oposición esta modificación de las ordenanzas fiscales que deberá contar con la luz verde del pleno. El diseño final de estas tasas influirá en la previsión de ingresos que recogerá el proyecto de presupuesto para 2016.