Una veintena de representantes de ONG, asociaciones que trabajan en el campo de la emergencia social y sindicatos participaron ayer en la reunión convocada en el Ayuntamiento por el Gobierno local para darles a conocer el contenido de la renta social municipal y recibir sus aportaciones para esta iniciativa.
"Quisimos someterlo al parecer de las entidades que día a día trabajan con los problemas de emergencia, de pobreza", explicó sobre el proyecto de la ordenanza el alcalde, Xulio Ferreiro, quien solicitó a los asistentes que ayuden al Gobierno local a "mejorarlo" porque comparte los objetivos de esas entidades.
Ferreiro calificó a la renta social como el "instrumento que, junto con otros, puede servir para atajar estos problemas en la ciudad" y destacó que la recuperación económica no llega a las personas que más la necesitan. La concejal de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, reclamó a los participantes en la reunión que aportasen sus opiniones sobre esta ordenanza y recordó que medidas de la Xunta como la Risga "no están llegando a la gente a la que debería llegar", puesto que la mitad de las solicitudes presentadas son rechazadas.
Cameán desvinculó además la renta social de las ayudas de emergencia social del Concello, de las que dijo que son "complementarias" de la iniciativa ahora presentada, aunque de carácter ocasional. También destacó la edil que los itinerarios de intervención e inclusión social que figuran en la ordenanza de la renta son "fundamentales" para que los beneficiarios puedan "cumplir sus proyectos vitales por sí mismos".
El BNG manifestó ayer que la renta social no es en realidad una prestación como defiende el Gobierno local, sino una ayuda semejante a la de emergencia porque el Concello abonará directamente las facturas a los beneficiarios, que no dispondrán libremente del dinero. Los nacionalistas respaldan el incremento de fondos para las familias en situación de necesidad pero reclaman que se garantice el desarrollo de los itinerarios de inclusión previstos en la renta social.
