La Fiscalía pide cuatro y tres años de cárcel, respectivamente, para un cabo y un sargento del puesto de la Guardia Civil de Carballo acusados de extorsionar en 2012 a la dueña de un prostíbulo. El fiscal también exige que sean inhabilitados para cualquier empleo o cargo público. La acusación pública sostiene que el cabo acudió con dos amigos al prostíbulo de Carballo, donde celebraron una fiesta privada con "5 o 6" mujeres en una suite. El agente, que iba de paisano, abonó 1.980 euros; y uno de sus acompañantes, 400. Tras los hechos, piensa que lo abonado es "excesivo", por lo que se propone recuperarlo. Así, le pide ayuda al sargento, quien cita a la mujer en comisaría. El cabo la llamó en numerosas ocasiones y consiguió que le devolviese 900 euros.