El actor Fernando Coronado interpreta la obra teatral Kafka Enamorado y encarna al escritor checo durante las distintas etapas de su relación amorosa con Felice Bauer. La función se representa el viernes y el sábado a las 20.30 horas en el teatro Colón.

-¿Es una recreación fiel de la relación de Kafka y Bauer?

-Todo el texto está bastante basado en las cartas que se escribían entre ellos, cartas muy pasionales y que hablaban mucho del día a día. Llegaron a escribirse siete veces al día. Hay saltos en el tiempo para contar las situaciones más importantes de la relación.

-Tuvieron tres intentos de matrimonio, todos infructuosos.

-Acabaron bastante mal. Kafka lo intentó con todas sus fuerzas, pero iba en contra de su naturaleza. Bauer fue su gran amor, pero al final se quedó en nada.

-¿Cuáles son las claves del personaje que interpreta?

-Es bastante complejo. Era bastante introvertido, y con una gran vida interior. Extrañamente se le daban bastante bien las mujeres. También está su obsesión y extraña visión de la literatura. Su fin en la vida, que descubre a lo largo de su obra, es intentar personificar la literatura, que ya de entrada es una locura absoluta. Lo que no tenga que ver con ella no le interesa nada.

-¿Cómo irrumpe su relación con Felice Bauer?

-Cuando se enamora ve un gran peligro: o escribo o amo. Las dos cosas a la vez son imposibles para él. De eso va la obra, lo intenta pero no puede. Necesita usar todo su tiempo en escribir, y el amor y su pareja se lo están haciendo bastante difícil. También tenía un miedo atroz a comprometerse en todos los sentidos. Necesitaba sentirse libre para escribir, para todo. Y a pesar de todo se enamora, y ahí está el conflicto. Tiene que luchar con lo que es él, con sus principios, con su genio literario, contra el amor.

-¿Cómo es interpretar en teatro a una persona que se expresaba sobre todo por escrito?

-Hay muchísimas cartas donde habla de todo su interior. Es más difícil meterse en cómo respiraba, porque es muy complejo. Era muy cambiante, podía pasar de la euforia máxima a querer suicidarse.

-¿De qué manera interviene la figura del padre en la obra?

-Tuvo una relación pésima con él, se odiaban a morir, y se nombra alguna vez, no de buena manera. No se habla demasiado, está más centrado en su relación con su arte, con la literatura, con Felice Bauer y con su amigo Max Brod.

-¿Aparece la opresión vital que siente el escritor?

-Es uno de los dos grandes puntos de la obra, junto con la relación con Felice Bauer. Él es el principio del existencialismo humano de alguna manera. Un poco incluso visionario. Y es muy rebelde con lo establecido. No se conforma, todo para él necesita una explicación lógica, de lo político a lo espiritual. Vive constantemente reflexionado, y eso se cuenta bastante en la función. Hay muchas reflexiones de él y partes muy poéticas que le dan belleza a la obra.

-Bauer era una mujer ya trabajadora e independizada en esa época. ¿Qué se ve en la obra?

-Una mujer adelantada a su tiempo, pues lo fue. Era una independiente, trabajaba para una empresa grande, podría ser una mujer de hoy. Podría pensarse que pega con Kafka, porque eran seres humanos adelantados en su tiempo. Pero Bauer quería ser madre, casarse y tener una familia. Ahí empieza el conflicto.

-¿La personalidad de Kafka no tapa al resto de personajes?

-Cada personaje está bastante bien dibujado y tiene una presencia clara. Todo gira en torno a Kafka, pero no creo que eclipse a los demás. Max Brod no sale demasiado pero está bastante trabajado qué tipo de relación tenían. Era el mejor amigo de Franz, la persona en la que se apoyó y le confió todo, inclusive su obra, que publicó.

-¿Hay aliciente para ver la obra si no se está interesado en la vida de Kafka?

-Es bueno incluso que vaya gente a verla que no se haya leído un solo libro de Kafka. Se habla mucho de las relaciones humanas, y eso ya es interesante de entrada. En el espectador tiene que verse reflejado en algo, o reflexionar sobre otros temas que no sean las relaciones sentimentales. Es una relación interesante, tormentosa y compleja.