María Pita fue el escenario ayer de un pleno en el que no se escuchó ni una sola vez eso de: "y tú más" y eso que, en esta ocasión, estaría justificado, ya que eran niños los que se sentaban en los escaños de los concejales. Casi a la hora del recreo, escolares de ocho centros de la ciudad acudieron al Concello para participar en una sesión en la que fueron ellos y los derechos de los niños los protagonistas, aunque, por supuesto, hubo también espacio para preguntas de corte local, como qué pasará con el campo de fútbol de A Grela si se expande la fábrica de Estrella Galicia o por qué no hay más carril bici para moverse por la ciudad. Fueron más de cuarenta los representantes de los centros Nosa Señora de Lourdes, Santo Domingo, San Francisco Javier, Juan Fernández La Torre, Karbo, San Juan Bosco, Montel Touzet y Calasanz, los que se encargaron de poner sobre la mesa la protección de los menores y lo que ellos entienden por proyectos para un mundo mejor. "Que los que más tengan ayuden a las familias con dificultades", propusieron varios de los centros participantes en esta sesión especial. "Me alegra que penséis así", les dijo en varias ocasiones el regidor municipal, Xulio Ferreiro, porque aseguró que era así como el Gobierno local pretendía dirigir la ciudad durante los próximos cuatro años. "Y si vuestros padres no piensan así, ya se lo explicáis vosotros", les encomendó el alcalde.

La concejal de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, felicitó ayer a los participantes por su "madurez" a la hora de afrontar el tema de los derechos de los niños, por "preguntar y escuchar".

El alcalde anunció a los alumnos participantes en el pleno infantil que empezarán a hacer en el Concello, a petición de un vecino, recibimientos a los recién nacidos, que es una ceremonia que, en otros lugares, se conoce como "bautizo civil". Ferreiro y Cameán contestaron a las preguntas formuladas por los niños. Les dijeron que, si Estrella Galicia amplía sus instalaciones en A Grela y necesita el campo de fútbol, se hará en otro lugar "uno o más estadios" porque la ciudad "no se puede permitir" perder un enclave en el que juegan a muchos niños todos los fines de semana y que ellos también quieren una ciudad "más verde". Hubo tiempo para hablar de participación ciudadana, de decirles a los niños que, cada vez que tengan un problema, pueden hacérselo saber a un agente de la Policía Local para que les ayude a solucionarlo, para escuchar que los niños piden más becas, más ayudas para material escolar, menos desigualdad, más sanidad y más oportunidades, independientemente del lugar de donde hayan nacido y de lo que piensen sus padres.