Los placeros de Santa Lucía dicen que están en sus puestos "casi de okupas", que ellos se encargan de abrir, de cerrar y de la limpieza de las instalaciones, porque la empresa concesionaria se ha "marchado". A estas alturas del año, cuando restan poco más de 50 días para que venza definitivamente la concesión y se cumpla el plazo en el que la concesionaria ha de devolver las instalaciones en las mismas condiciones en las que las recibió, hace ya más de treinta años, no hay ningún obrero trabajando.

Lo hubo hace unos meses, pero según los comerciantes, hacía "parches" y nunca más lo volvieron a ver. Según un informe municipal realizado en 2014, las deficiencias que acarreaba entonces el edificio ascendían a 600.000 euros.

"Lo que nos dijo el concejal [Alberto Lema] es que el 26 de enero, cuando se acabe esta prórroga de la concesión, el mercado se municipaliza y pasamos a tener unos contratos en precario, que se renovarán cada tres meses hasta que empiecen la obras para hacer el centro de salud", explicó ayer el carnicero Miguel Rodríguez Duribi. ¿Y eso qué significa? Que los placeros le pagarán el alquiler directamente al Concello y que la administración municipal se encargará de la limpieza, la apertura, el cierre y de la recogida de la basura que se genere en el mercado.

"La semana pasada estuvieron unos técnicos viendo la estructura de la plaza, pero no volvieron", explicaba ayer la pescadera María del Carmen Carballo, que tiene su puesto en la planta baja de Santa Lucía. Los placeros aseguran que desde el Concello no se han vuelto a poner en contacto con ellos para decirles qué pasará cuando caduque la concesión así que confían en la municipalización del mercado tras esta prórroga -que el empresario aceptó a cambio de reparar deficiencias del edificio-. "El plazo termina a finales de enero" y, si no se acometen las obras, el Ayuntamiento tomará "las medidas oportunas", comentó ayer el concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema.

Los placeros proponían que el Gobierno local y el propietario de la concesión de las instalaciones llegasen a un acuerdo económico, para poder realizar obras en el inmueble, aunque sean otras diferentes a las de dejarlo en unas condiciones similares a las que tenía cuando se firmó la adjudicación. Es su posicionamiento, aunque son conscientes de que es un tema que no les atañe. "Eso es algo que tienen que solucionar ellos. Es nuestra opinión, nada más", explica Miguel Rodríguez Duribi.

La Xunta anunció ya antes de las elecciones municipales, que tenía un proyecto para convertir este mercado municipal en un centro de salud. La idea está sobre la mesa, aunque el Gobierno local espera todavía "la confirmación" de que en los presupuestos del Gobierno gallego para 2016 habrá una partida específica para este fin, según explicaron ayer fuentes municipales a este diario. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, comentó el pasado miércoles que su plan de trabajo incluía que, en 2016 se aprobase el proyecto, que el Concello ejecutase las obras que fuesen de su competencia y que cediese las instalaciones a la Xunta. Las obras de ejecución del centro de salud están planeadas para el ejercicio siguiente, 2017.