Ayuntamiento, Xunta, Delegación del Gobierno, representantes de los trabajadores y Hércules de Armamento son los destinatarios de la convocatoria de la reunión formulada por el alcalde, Xulio Ferreiro, con el fin de defender la continuidad de la actividad en la fábrica de armas. Los empleados denunciaron a principios del mes pasado retrasos en el pago de las nóminas y la empresa de seguridad que vigilaba las instalaciones decidió dejar de prestar sus servicios ante la deuda acumulada por la concesionaria del complejo, lo que llevó a Defensa a prohibir temporalmente la fabricación de armamento. Ferreiro explicó que el objetivo de la reunión que pretende organizar es garantizar la producción en la factoría y el mantenimiento de los puestos de trabajo.

En la carta, que fue enviada el pasado 30 de diciembre a todas las partes implicadas en la supervivencia de la fábrica, el máximo responsable del Gobierno local asume la demanda expresada por los trabajadores para que medie en este conflicto y se normalice la situación en la empresa, por lo que solicita que en la reunión se aborden los problemas que pueden afectar a la continuidad de la actividad en la fábrica, "con la consiguiente pérdida de los puestos de trabajo".

El alcalde reclama que se "redoblen los esfuerzos" para solucionar un problema iniciado hace 15 años con la privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara, que a su juicio "dificulta el normal funcionamiento de un industria que tiene capacidad productiva, de investigación y desarrollo", así como personal "formado y competente", por lo que podría ser un "impulsor de la industria y el empleo".