Los placeros de Santa Lucía se encargarán a partir del 23 de enero de la gestión del mercado. Serán los responsables de abrir y cerrar las instalaciones y también de su limpieza y podrán hacerlo hasta que se inicien las obras de reforma del inmueble, que está previsto que se convierta en un edificio de usos múltiples, con plaza de abastos y un centro de salud.

El concejal de Emprego e Empresa, Alberto Lema, comunicó ayer esta posibilidad a los placeros de Santa Lucía, ya que tiene previsto aprobar en la Junta de Gobierno Local de hoy el fin del procedimiento de prórroga forzosa de la concesión del mercado a su titular, Víctor Ruppen. Los trabajadores aseguran que esta medida solo ayuda a "prolongar la agonía", ya que, una vez que se inicien las obras de reforma en las instalaciones a finales de 2016 o principios de 2017" tendrán que abandonar el mercado y, para intentar volver a ejercer en el edificio, tendrán que optar a la subasta de los puestos.

Lema puso sobre la mesa dos opciones para los trabajadores del mercado: la reubicación en los enclaves vacíos de otras plazas, en condición de ambulantes -pagando un precio inferior al de los propietarios del contrato y durante un plazo máximo de veinte años-. Una figura que el Gobierno local pretende eliminar, ya que no consta en el borrador de la nueva ordenanza de mercados. La otra posibilidad que el concejal les transmitió a los placeros de Santa Lucía fue la de acogerse a unas subvenciones que les permitan instalarse en la zona, pero fuera de las dependencias municipales.

Los placeros que acudieron ayer a la reunión no se mostraron favorables a estas soluciones aportadas por el Concello, ya que no les garantiza que puedan volver a recuperar sus puestos cuando hayan finalizado las obras. Y se quejan de que, como no se han aprobado todavía los presupuestos para el ejercicio 2016, el Concello no tenga ninguna partida destinada a mantener sus puestos de trabajo. Algunos de los asistentes declaraban ayer que no les "cogía por sorpresa" esta decisión municipal y aseguran que se quedarán en Santa Lucía, aunque sea en esta situación precaria. Tras el 23 de enero, el Concello recuperará la concesión del mercado por el incumplimiento continuado del adjudicatario. Y es que en las condiciones del contrato dice que el titular de la concesión ha de devolver las instalaciones al Ayuntamiento en unas condiciones similares a las que tenía cuando las recibió. El 4 de junio de 2014, el anterior Ejecutivo municipal requirió a la empresa concesionaria, que reparase algunos daños que habían detectado los técnicos encargados de supervisar los mercados, para entonces, el informe de reforma decía que los daños estaban valorados en unos 600.000 euros.

El 20 de enero de 2015, ya con Marea Atlántica en el Gobierno local, el Concello volvió a pedirle al concesionario que ejecutase las obras de reforma y repitió la petición en varias ocasiones durante el pasado ejercicio. El 14 de diciembre de 2015, emitió un informe en el que recoge que las obras que quedan por acometer tienen un coste estimado de 458.000 euros, toda vez que el concesionario solo había realizado reformas por valor de unos 7.300 euros. Dado que el adjudicatario del contrato incumplió el último plazo que el Concello le dio para efectuar las obras, el Ejecutivo municipal recuperará la concesión.

El concejal de Emprego y Empresa explicó ayer que el convenio para la reformulación del mercado de Santa Lucía todavía no está firmado con la Xunta, aunque cree que eso "no es excusa" para no destinar fondos autonómicos a la reforma del edificio. Lema adelantó que el Gobierno local mantendrá una reunión con el arquitecto nombrado por la Xunta "para el estudio y elaboración del anteproyecto" de modificación de las instalaciones municipales.