Las alegaciones presentadas ayer al proyecto de dragado por la Plataforma en Defensa da Ría do Burgo alertan de la "falta de control" de los lugares en los que se depositarán los lodos contaminados, por lo que exige medidas en este sentido, así como una comisión de seguimiento de su gestión. El colectivo, que se suma además a las alegaciones presentadas por la Cofradía de Pescadores, manifiesta sus "reservas" sobre los emplazamientos para verter los fangos, ya que el Ministerio de Medio Ambiente no informó de cuáles fueron las opciones analizadas.

La plataforma está convencida de que el dragado dispersará sustancias contaminantes por la ría, al igual que el vertido de los lodos, pero que en el proyecto no figuran medidas para "extremar la protección ambiental". El colectivo manifiesta su "preocupación" por la decisión de almacenar residuos en recintos de Culleredo y Oleiros, ya que serán tubos enterrados que luego serán cubiertos para ampliar del paseo marítimo.

Según la plataforma, "nada se dice" sobre las medidas para el seguimiento, control y supervisión de estos vertederos para impedir grietas en los depósitos. Para esta organización, es necesaria una comisión de seguimiento y evaluación del dragado formada por la Demarcación de Costas, las consellerías de Mar y Medio Ambiente, la Universidade, los ayuntamientos ribereños, la Cofradía de Pescadores y la propia plataforma. Este órgano tendría que estar constituido antes de la aprobación del proyecto de dragado y de su licitación, y su funcionamiento se mantendría hasta dos años después del final de las obras.