El Gobierno local y el PSOE rebajan tensión en una mesa en la que establecieron un calendario de reuniones y algunas pautas de negociación como la elección de interlocutores. "Vía prometedora de entendimiento", dice el Gobierno local. "Relativa satisfacción", liman los socialistas. Calma ya alcanzada en otras ocasiones pero nunca muy duradera. El Ejecutivo indicó en días anteriores que quiere llevar las cuentas a pleno en febrero. El PSOE tiene menos prisa, porfía en marcar él los tiempos, y quiere entender los plazos de forma flexible.

En la reunión celebrada en la tarde de ayer, se sentó la edil de Facenda, Eugenia Vieito, con miembros del equipo económico, por parte del Ejecutivo; y el concejal José Manuel García y un asesor, por parte del grupo socialista. Según informó el Concello en una nota de prensa, se estableció una "agenda intensiva y exigente de trabajo en común" con tres encuentros de trabajo semanales (lunes, miércoles y viernes por la tarde). Tendrán un componente técnico y otra político y un orden del día pre establecido. El alcalde ve "un paso adelante" y una "vía prometedora de entendimiento". Fuentes socialistas valoran que se vayan a negociar "área a área" y aseguran que "ya no hay líneas rojas".

El BNG pregunta al Gobierno local si tiene intención de negociar con ellos, puesto que le ha remitido el proyecto, "o si es que lo va a tramitar próximamente para llevarlo al pleno de forma kamikaze". Ciudadanos opta por que los lleve a pleno con o sin apoyo y que asuma "sus propios errores". La federación vecinal exige al Ejecutivo que "agilice" todos los trámites para no seguir con presupuestos prorrogados.