El Concello da un paso más en la aplicación de la ley de memoria histórica en la ciudad y cambiará antes del 14 de abril el nombre franquista de ocho calles, coincidiendo esta fecha con el 85 aniversario de la proclamación de la Segunda República. La avenida de Alférez Provisional pasará el 11 de febrero a ser denominada Avenida do Porto, mientras que el 24 de ese mismo mes la calle Salvador Merino se convertirá en Ría do Burgo. Gerardo Salvador Merino fue un destacado dirigente de Falange en la ciudad en los años de Guerra Civil.

En el mes de marzo, y concretamente el día 3, los cambios afectarán a la calle Pepín Rivero -un periodista cubano favorable al golpe militar de Franco-, que tomará el nombre de Rúa da Educación, mientras que la Rúa da Cultura dará nombre a la hasta ahora conocida como calle Arcadio Vilela Gárate, que homenajea al periodista falangista que fue miembro de la milicia civil armada conocida como Caballeros de La Coruña, responsable de muchos de los paseos realizados a simpatizantes de la República. La avenida General Sanjurjo será la avenida de Oza y en la avenida de los Caídos habrá una placa con el nombre avenida da Concordia.

Para el 5 de abril está programado el cambio de nombre de la calle Teniente General Gómez Zamalloa, que recuperará su nombre original de Costa da Unión, dejando atrás al militar franquista que combatió como voluntario al lado de los nazis en la División Azul. El 14 de abril, precisamente, también desaparecerá del callejero el nombre de la calle División Azul y el Concello descubrirá una placa en recuerdo de Antón Vilar Ponte, diputado en la II República y figura clave en la creación de As Irmandades da Fala, que este año cumplen su centenario.

El Gobierno local acompañará muchos de estos cambios de nombre con actividades festivas relacionados con la danza, el teatro o las artes escénicas y mantendrá junto a las nuevas placas una pequeña lámina, recordando el antiguo nombre de la calle y que fue retirada "en cumplimiento de la ley de memoria histórica". El Concello llevará a cabo estos cambios en el marco de un programa que denomina Primavera da Memoria con el que pretenden, dicen, causar el "menor prejuicio posible a la ciudadanía".