Los carteristas se echaron a la calle el pasado lunes por la noche, en plena festividad del Carnaval, para camuflarse entre la multitud -buena parte ataviada con disfraces- y pescar botines en bolsillos ajenos. En solo esa noche y en una sola calle del centro de la ciudad, la de la Barrera, los ladrones robaron 70 teléfonos móviles, bolsos y carteras, según han contabilizado hasta el momento las oficinas de denuncias de la Policía Nacional.

La falta de coordinación entre cuerpos de seguridad y el refuerzo insuficiente de efectivos policiales contribuyeron o no ayudaron a que las denuncias por robos ocurridos durante las fiestas de este año que han llegado al 091 ronden ya el número de las comunicadas el pasado Carnaval, según apuntan fuentes policiales. A la espera de recabar las que procedan de posibles afectados que no residan en la ciudad, la Policía Nacional había tramitado hasta ayer unas 150 denuncias, cuando en las mismas fiestas de 2015 llegó a registrar 168 por la sustracción de teléfonos en diferentes calles de la zona del Orzán. Parte de esos móviles fueron recuperados por la Guardia Civil tras la detención de dos ladrones que operaban en Galicia.

El aumento de este tipo de delincuencia en el Carnaval recién finalizado supone un serio revés para el trabajo de seguridad de los cuerpos policiales en actos o periodos festivos después de que las medidas tomadas en el San Juan de 2015 fueran determinantes para reducir considerablemente el número de robos de carteras, bolsos y teléfonos móviles, hasta un 70%. Aquel operativo se puso en marcha a consecuencia del gran número de denuncias recibidas en el San Juan anterior, el de 2014, con más de 80 robos de aparatos electrónicos en las playas coruñesas.

Con motivo del último Carnaval, la Policía Local comunicó que había reforzado sus servicios con agentes de paisano y coches camuflados. Varias patrullas se dejaron ver incluso en la tarde del lunes por calles céntricas y por la zona de Monte Alto, donde el operativo policial tramitó más de 40 denuncias por aparcamientos indebidos. Según fuentes de los sindicatos policiales, el operativo de seguridad de la Policía Nacional se reforzó en la tarde del lunes en Monte Alto, donde no había actos por Carnaval, mientras que esa misma noche solo patrullaron la ciudad tres unidades.