A Coruña tiene superlectores. Según los datos que maneja la red de bibliotecas municipales de A Coruña, el recordman anual en préstamos de 2015 fue un usuario o usuaria que devoró más de una publicación al día. Hay categoría junior. Entre los menores de doce años, hubo un pequeño socio que solicitó el préstamo de 221 títulos. También hay ranking de libros, que se actualiza de manera periódica en la página web.

Casi hay empate en los escalones más altos del podio del pasado año. El segundo se quedó solo a cuatro títulos del primero. Uno 474, el otro, 470. El bronce, más lejos con 426. Como los superhéroes de los cómics que leen algunos de ellos, sus identidades son secretas, en este caso por obra y gracia de la normativa de protección de datos.

Hay niños que también se toman la lectura muy en serio y tienen cifras de adulto aplicado. Entre los menores de 12 años, según los datos de las bibliotecas, el mayor lector sumó 221 préstamos; el segundo solicitó 208 títulos, y el tercero, 207. Forman parte de unas estadísticas de 2015 que dejan la cifra total de 139.144 préstamos formalizados.

Pero no únicamente de préstamos viven los habitantes de las bibliotecas. La red tiene contabilizada también la estadística de los usuarios de internet y los ordenadores en general y de los usuarios del resto de equipamientos, que incluyen los equipos de visionados, para audición, de consolas de videojuegos...

En 2010 usaron internet 101.533 ocasiones, en 2015 fueron únicamente 87.287. ¿La explicación? Más gente en sus casas con ordenador y conexión a la red y más gente en las bibliotecas que aprovechan la red wifi pero conectándose desde sus portátiles, algo más difícil de contabilizar pero cada vez más frecuente, según explican desde el Concello.

El registro de usos alternativos es de los pocos que ha subido en estos últimos años. Las personas que han solicitado un tiempo en las cabinas para escuchar o ver o para jugar crecieron de 5.111 a 8.318 en los últimos cinco ejercicios. Otro tipo de usuario son los investigadores y universitarios o alumnos de institutos. Estos últimos piden cada vez más, según explica la directora de la red de bibliotecas, Isabel Blanco, espacios para trabajar o estudiar juntos. Los investigadores son los reyes de Estudios Locales, también del Archivo Municipal (que funciona al margen de la red), lugares con fondos históricos a los que también acuden, por ejemplo, miembros de la plantilla municipal para remontarse años atrás en algún asunto urbanístico o administrativo.

Las bibliotecas municipales tienen algún asunto pendiente, por ejemplo, la digitalización de parte de sus fondos, principalmente los históricos. Sí han publicados algunos carteles, fotografías o postales. Pero el camino es largo, sobre todo, porque nunca en sus 25 años de historia han tenido un presupuesto específico para esta tarea. Lo que han hecho ha sido con alguna inyección de financiación autonómica. Sí se llegó a elaborar, comenta su directora, un proyecto de Biblioteca Digital Coruñesa, que se podría materializar si algún día llega la dotación necesaria para realizarlo y contribuir a preservar la memoria de la ciudad.