Las escaleras de los laterales del edificio de Nuevos Juzgados permanecieron ayer acordonadas debido al desprendimiento de unas placas de mármol de una pared. El suceso se produjo cuando el edificio estaba cerrado al público, por lo que no hubo que lamentar daños personales. El sindicato UGT Xustiza exige que se revise la seguridad del edificio, que tiene una antigüedad de casi 30 años. Los representantes de los trabajadores demandan a la Xunta que encargue un estudio técnico sobre el estado y las deficiencias del inmueble para que se evite "la posibilidad de que ocurran hechos fortuitos que puedan poner en riesgo la integridad del público o de los trabajadores". El Gobierno gallego, según recuerda UGT, invirtió tres millones de euros en la reforma integral de las instalaciones entre 2010 y 2013.