El Concello redujo en febrero a 15,67 días el período medio de pago a proveedores, continuando la tendencia a la baja de los dos últimos meses. La cifra supone una mejora de 8,97 días con respecto a enero, cuando este índice se situaba en torno a los 24,64 días.

La agilidad a la hora de pagar las facturas a las empresas proveedoras de servicios no solo es mayor con respecto al mes anterior, sino que también mejoró resultados con respecto a febrero de 2015. Por aquel entonces, el Ayuntamiento tardaba 20,12 días en pagar, un 22,12% más que en 2016.

La ley reguladora de las haciendas locales obliga a pagar a sus abastecedores en menos de 30 días desde el cierre de un mes. Este mínimo se incumplió desde julio hasta diciembre. En septiembre o noviembre, por ejemplo, se sobrepasó el límite en 18 días al llegar a los 48, lo que provocó las críticas del PP, que comparaba el dato de cada mes de finales de 2015 con el del año anterior, cuando gobernaba. No fue hasta enero que el Ejecutivo logró adaptarse a sus obligaciones fiscales.

La concejal de Facenda, Eugenia Vieito, achacó la mejora de esta ratio a la aprobación de la modificación del presupuesto a finales de 2015. "Permitió pagar las facturas atrasadas derivadas de la anterior etapa de gestión del PP, lo que evidencia la capacidad de gestión de este Gobierno", señaló.