El comité de empresa de Alvedro denuncia que la solución tomada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para garantizar la operatividad y la seguridad de la pista en el aeródromo coruñés fue la "más restrictiva y la más barata". Contrapone esta decisión a la tomada por el organismo para el aeropuerto de Asturias, donde, según explica el presidente del comité de centro, Justo Pérez Ceán, la "firme postura de políticos locales y autonómicos" hizo que el organismo "rectificase" y se decantase por otra alternativa.

En el caso de Asturias, según explica Pérez Ceán, AENA propuso, como primera opción, la misma que, finalmente, se adoptó en Alvedro y que ha provocado que la pista coruñesa no llegase a los 2.338 metros disponibles para el aterrizaje, que era el objetivo de la ampliación sino que se quedase con 2.038 en la cabecera 21, la más cercana a la ría de O Burgo, y con 2.188, en la sur, la más próxima al monte Xalo. El cumplimiento de las medidas de seguridad obligó a que la pista de Alvedro cediese 150 metros de su longitud.

En Asturias, la situación era similar, sin embargo, la solución adoptada ha sido diferente sin que eso haga peligrar la certificación del aeropuerto para operar. En este caso, en el que hubo incluso un recurso ante la Audiencia Nacional para intentar frenar la merma de metros de la pista, no se desplaza el umbral de la cabecera, sino que se que se contempla desmontar los postes y los sistemas de balizamiento que existen actualmente, el relleno del terreno y la ejecución de muros de contención con una altura máxima de nueve metros. Una vez realizada esa obra, se volverán a colocar los sistemas de señalización y las luces.

Esta obra tendrá un coste estimado de entre 2,5 y 4 millones de euros, tendrá un plazo de ejecución de entre diez y 18 meses y provocará que el sistema instrumental de aproximación (ILS) esté fuera de funcionamiento entre seis meses y un año.

La alternativa a esta operación era la que se ejecutó en A Coruña, más barata y rápida, aunque con la consiguiente reducción de metros de la pista. El desplazamiento del umbral de una de las cabeceras supondría que el ILS estuviese fuera de servicio durante un mes, tendría un plazo de ejecución de diez meses y un coste de 1,2 millones de euros.

Dado que la solución elegida para Alvedro fue la más barata, el comité reclama "de forma insistente" un sistema de ayudas a la aproximación para la cabecera 03 "para compensar las mayores restricciones" que tiene el aeródromo a la hora de aterrizar en la cabecera 21.

Los trabajadores se habían posicionado en varias ocasiones a favor de la instalación de un sistema de satélites que facilitase la maniobra de aterrizaje a los pilotos, para evitar desvíos. Enaire, que es la entidad adscrita a Fomento que se encarga de estudiar cuál es la mejor solución para Alvedro, ha rechazado la instalación de ILS en la cabecera 03 y se decanta por un sistema de automatización de la maniobra a través de coordenadas, una alternativa que los pilotos avalan.