El abuelo materno del bebé supuestamente maltratado por sus padres en la ciudad acusó ayer durante el juicio al padre de haber hecho "daño" al niño y aseguró que en alguna ocasión había observado como el acusado cogía a su hijo por los pies y lo zarandeaba "de una manera arriesgada". "Pienso que no se ha caído, sino que le ha pegado alguien", dijo en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra el padre y la madre, acusados de maltratar a su hijo cuando apenas tenía unos meses de vida, hasta dejarlo ciego y epiléptico. La Fiscalía pide penas de 24 años de prisión para cada uno.

"Yo creo realmente que el que ha hecho daño al niño ha sido él [por el padre]", declaró el abuelo materno, quien está a cargo del niño. Ante el tribunal, el abuelo materno explicó que había presenciado comportamientos "muy arriesgados", en los que el padre realizaba "movimientos fuertes" al niño mientras decía que era "algo que se hacía" en Senegal, su país de origen. "Lo cogía por los pies, lo colocaba boca abajo y lo zarandeaba de una manera arriesgada", declaró.

En la sala, aseguró que el procesado manifestaba una "agresividad escondida" y también lo acusó de "maltratar" a la mujer. "Yo lo que sé es que mi hija fue maltrata sistemáticamente antes y después", declaró. Sin embargo, la hermana de la procesada testificó que ésta nunca le había manifestado que estuviese siendo maltratada por su marido.

El abuelo materno defendía a su hija de las acusaciones por los delitos que se le imputan. "No le ha hecho daño a su hijo. El trato con el niño es exquisito", dijo de ella. En la primera sesión del juicio, el martes, los padres alegaron que el pequeño era sano y alegre y que nunca lo habían golpeado.

Una trabajadora social que realizó un informe a los padres declaró que los acusados "nunca se culpabilizaron" entre ellos de lo que le había ocurrido al bebé. Pero sí aseguró que, en una primera entrevista, el padre comentó que la mujer tenía "episodios de furia y tiraba cosas al suelo". Un comportamiento que ella misma "admitió", apuntó.

La trabajadora social recordó que la madre del niño había sido diagnosticada con un "trastorno límite de personalidad", lo que podría justificar este tipo de comportamientos. Sin embargo, tanto el padre como la hermana negaron tales comportamientos agresivos.

Durante la estancia del menor en el hospital, la trabajadora social apreció que el contacto físico con el niño "era más evidente" en el padre, que era "más protector". También indicó que era éste quien mostraba interés por saber qué es lo que le había ocurrido a su hijo.

En la sesión de ayer, un médico del Hospital Teresa Herrera, centro en el que permaneció ingresado el menor, rechazó que existiesen datos previos que apuntasen a que el niño iba a sufrir epilepsia y lo asocia a una secuela. Este perito mantuvo la tesis sostenida por otros dos profesionales en la primera sesión.